El año nuevo inició con la aceptación final del Congreso de un acuerdo parcial para evitar (o al menos retrasar) la peor parte del tan discutido «abismo fiscal» de aumentos a los impuestos y recortes al gasto.Según Russ Koesterich, estratega en jefe de Inversiones de BlackRock, este acuerdo “no es una solución, sino un recurso provisional”, con al menos 18 implicaciones para la economía y los mercados financieros.
¿Qué incluye el acuerdo sobre el abismo fiscal?
1. A continuación un resumen de lo que implica el acuerdo sobre el abismo fiscal logrado el 1 de enero:
· Extensión permanente de las tasas fiscales de la era de Bush para personas físicas con ingresos hasta $400,000 dólares y parejas con ingresos de hasta $450,000.
· Tasa permanente máxima de 15% en ingresos por dividendos y ganancias de capital a largo plazo para personas físicas y parejas con hasta estos mismos ingresos, con una tasa de 20% para aquellos con ingresos mayores.
· Menores tasas fiscales permanentes para propiedades inmobiliarias por valor de hasta $ 5 millones de dólares.
· Solución permanente para el Impuesto Mínimo Alternativo.
· Dos meses de retraso en los recortes al gasto programados.
· Un año de extensión a las prestaciones por desempleo.
· Un año de prórroga a los recortes programados en los pagos médicos de Medicare (el » Doc Fix»).
· Cinco años de extensión de los recortes al gasto relacionados con el estímulo.
2. Como punto a destacar, el acuerdo no incluyó una extensión de la moratoria fiscal de nómina, reforma alguna en prestaciones, reestructuración de códigos fiscales personales o corporativos ni aumento alguno en el techo de la deuda.
3. El resultado final: El acuerdo mitiga el impacto de los aumentos de impuestos y recortes al gasto programados pero es incompleto en muchos aspectos. El arreglo aún generará una moderada carga fiscal, no aborda los retos fiscales a largo plazo que enfrenta Estados Unidos, y deja el techo de la deuda como un asunto pendiente a corto plazo.
¿Qué significa el acuerdo para la perspectiva económica a corto plazo?
4. La carga fiscal que deja el acuerdo, junto con la persistente incertidumbre en torno al techo de la deuda, nos lleva a esperar un inicio de 2013 débil para la economía. El consenso del mercado actual es que el primer trimestre el crecimiento sea más o menos del 1.6%, una tasa que consideramos demasiado optimista. Esperamos que la economía de E.U. se recupere a finales de este año, pero es poco probable que se acelere a más de una tasa de crecimiento de 2% anual.
5. En particular, esperamos que los niveles de consumo sean débiles. Los consumidores todavía sufren por un crecimiento tibio en sus ingresos y los altos niveles de deuda. El acuerdo del abismo fiscal añade tres factores en contra para los consumidores. En primer lugar, el vencimiento de la moratoria fiscal de la nómina afectará el pago neto de los empleados en una suma de $ 30 mil millones de dólares por trimestre. En segundo lugar, los hogares de mayores ingresos se enfrentarán a mayores impuestos en varios frentes. Por último, lo tardío del acuerdo implica que la declaración de impuestos de este año se retrasará -al igual que las devoluciones de impuestos, que ascendieron a más de $200 mil millones en el primer trimestre de 2012.
6. La incertidumbre por el techo de la deuda y la posibilidad de otro conflicto en el Congreso sugiere que el gasto de capital seguirá siendo limitado.
7. A corto plazo, el acuerdo no cambia nuestra visión positiva sobre el dólar estadounidense. Si bien puede parecer perverso, un prolongado debate sobre el techo de la deuda, que dará lugar a una baja en la calificación de la deuda y un período de aversión al riesgo, en realidad podría fortalecer al dólar. Sin embargo, a largo plazo, el dólar podría retornar a una renovada presión si la postura fiscal de E.U. se deteriora.
8. Considerando los múltiples asuntos no resueltos (el techo de la deuda, la reforma tributaria, etc.), es probable que Washington se mantenga enfocado a los temas fiscales en el futuro inmediato. Por lo tanto, esperamos pocos avances en otros asuntos urgentes, incluidos la reforma migratoria, tratados comerciales o política energética. Además, este enfoque sugiere que Estados Unidos probablemente no muestre tanto liderazgo a escala mundial.
9. Por el contrario se puede ver el potencial positivo de lo anterior. Si bien parece poco probable, si el Congreso y la Casa Blanca pueden lograr un «gran acuerdo» más amplio, esperamos ver vientos a favor importantes para la economía y los mercados financieros.
¿Qué significa el acuerdo para la perspectiva presupuestaria de E.U.?
10. El acuerdo sobre el abismo fiscal no logra mucho en cuanto a alterar el panorama fiscal de E.U. a largo plazo. No reducirá significativamente la alta proporción deuda-PIB estadounidense. Se espera que los ingresos tributarios aumenten en alrededor de $ 600 mil millones en la próxima década, pero no llegarán a solucionar el desequilibrio fiscal de E.U.
11. Incluso a corto plazo, el déficit puede ser en realidad mayor de lo esperado. La evaluación más reciente de la Casa Blanca proyectó niveles de crecimiento de 2.7% para el año fiscal 2013 y predice un crecimiento promedio de 4% en los próximos cuatro años. Como estas estimaciones de crecimiento no son probables de alcanzar, los niveles de ingresos tenderán a decepcionar y el déficit puede estar por encima de las estimaciones. Finalmente, con el techo de la deuda a punto de sobrepasarse, cualquier falta de acción incrementa las probabilidades de otra baja en la calificación crediticia de E.U.
¿Qué significa el acuerdo para los mercados financieros?
12. En primer lugar, esperamos ver más volatilidad. Si bien una mayor volatilidad debería representar oportunidades de compra para aquellos con horizontes más largos, los inversionistas deben estar preparados para más obstáculos en 2013, al menos hasta que Washington logre un acuerdo más definitivo, a más largo plazo.
13. En cuanto a las oportunidades de inversión en renta variable, nos enfocaremos en las grandes compañías y de mega capitalización estadounidenses. Creemos que el crecimiento global (incluyendo el crecimiento de los mercados emergentes) superará los niveles de crecimiento en Estados Unidos, lo que implica que las empresas con mayor exposición a la economía global deben exceder su desempeño. Esto sugiere una mayor asignación en compañías grandes y mega-caps, que son generalmente menos vulnerables al crecimiento interno.
14. Al mismo tiempo, recomendamos a los inversionistas reducir las posiciones preferenciales hacia las acciones estadounidenses en su conjunto. Las empresas estadounidenses son altamente rentables y a precios razonables, pero algo caras en relación con otros mercados en la actualidad. En cambio, creemos que los inversionistas debían considerar sobreponderar a los mercados emergentes, a países desarrollados menores y a los exportadores de la periferia europea. Si bien estas áreas del mercado enfrentan sus propios retos, las valoraciones son generalmente más tolerantes y las estimaciones de crecimiento pueden ser menos propensas a decepcionar.
15. Además, sugerimos mantener la cautela en las empresas estadounidenses de pequeña capitalización y acciones de empresas de consumo, que generalmente se comportan relativamente mal en climas de crecimiento lento.
16. Creemos que las existencias de dividendos son atractivas. Si bien las tasas fiscales sobre dividendos aumentarán para algunos contribuyentes, el acuerdo no debería tener un efecto significativo sobre los dividendos. El cambio en el tratamiento fiscal es bastante modesto y sólo afectará a un pequeño porcentaje de los contribuyentes. En cualquier caso, las empresas estadounidenses tienen un historial de uniformar a los inversionistas con una base después de impuestos. Con proporciones de pago actuales cerca de mínimos históricos y hojas de balance sólidas, las empresas tienen un amplio margen para aumentar los pagos de dividendos para compensar a los inversionistas por los cambios en el tratamiento fiscal.
17. En cuanto a la renta fija, creemos que los niveles de crecimiento más lentos implican que el rendimiento de los bonos del Tesoro se mantendrá bajo durante al menos la primera mitad de 2013. Los bonos del Tesoro, sin embargo, todavía se ven poco atractivos. Los rendimientos reales son negativos y el riesgo de vencimiento es alto, lo que significa que incluso un pequeño aumento en los rendimientos podría tener un impacto significativamente negativo en los precios del Tesoro. Sugerimos a los inversionistas centrarse en los sectores de crédito del mercado de renta fija, con un énfasis particular en alto rendimiento, préstamos bancarios, crédito estructurado (incluidos valores respaldados por hipotecas comerciales, obligaciones de préstamos con garantía e hipotecas alternativas) y en deuda de mercados emergentes.
18. Por último, creemos que los bonos municipales se mantendrán competitivos en una base fiscal ajustada para inversionistas estadounidenses. Las mayores tasas marginales para al menos algunos inversionistas, junto con bajas perspectivas de cambios en la situación fiscal a los bonos municipales, los vuelven aún más atractivos sobre una base después de impuestos. Si bien es poco probable ver una apreciación de capital significativa a partir de bonos municipales, sus rendimientos después de impuestos son atractivos y siguen siendo una fuente sólida de ingresos.