La ley FATCA (Foreign Accounts Tax Compliance Act), una normativa lanzada por el gobierno estadounidense en un monumental esfuerzo por combatir la evasión fiscal internacional que se calcula en unos 40.000 millones de dólares anuales, ha vuelto a dar un respiro a los bancos y entidades de inversión de todo el mundo al posponer hasta el 19 de agosto el inicio del proceso de inscripción, cuyo plazo inicial vencía este martes 16 de julio.
Asimismo, el margen para concluir las negociaciones se extendió en seis meses, de enero hasta junio de 2014. Las entidades financieras de todo el mundo que mañana martes tendrían que cumplir con los requisitos, la inscripción en un registro de aquellos clientes estadounidenses con activos por más de 50.000 dólares, contarán ahora hasta el próximo mes de agosto.
Las empresas, una vez que hayan inscrito en el registro a sus clientes, deberán afrontar un proceso de negociación con las autoridades tributarias. En este sentido, aquellos que no hubieran cumplido con esa parte del proceso antes de enero de 2014, hubieran afrontando un impuesto, multa o retención del 30% sobre los ingresos de origen estadounidense que perciben. También debían de retener 30% de los pagos a sus clientes que no colaboren, recuerda Diario Financiero. Entidades y clientes cuentan ahora con algo más de margen para cumplir con FATCA.
La razón de este aplazamiento se produce ante la dudas presentadas por muchos ante la imposibilidad de implementar los requisitos en los plazos establecidos. La semana pasada, la agencia tributaria estadounidense (IRS, por sus siglas en inglés) no había definido aún las instrucciones de registro, además de que el portal de Internet para efectuar el trámite no estaba operativo, por lo que decidieron el pasado viernes aplazar el registro.
Intromisión, renuncia de nacionalidad y control de capitales
La aplicación de FATCA ha provocado un encendido debate desde hace meses porque muchos ven una intromisión por parte de Washington en la privacidad de sus ciudadanos, así como un control a los capitales encubiertos. Hay quienes creen además que su aplicación provocará que muchos contribuyentes con doble nacionalidad renuncien a su pasaporte estadounidense.
En cuanto a las quejas por parte del sector financiero, destacan la falta de claridad del proceso y el escaso apoyo de las autoridades para cumplir con FATCA. Cabe recordar que la nueva norma no sólo afecta a bancos, sino a cualquier entidad cuyo negocio sea la inversión u opere sobre valores, commodities y derivados, por lo que brokers, compañías de seguros y fondos de inversión con clientes estadounidenses que cumplan con los requisitos impuestos por las autoridades estadounidenses deberán también cumplir con FATCA.