El presidente de BBVA Bancomer, Luis Robles Miaja, en el marco del Seminario de Reguladores de América Latina, ha afirmado que la banca “no puede estar alejada del cambio tecnológico”, sino que por el contrario, tiene la obligación de “adoptarlo para beneficiar a la sociedad y crear entidades más seguras”.
Robles recordó que el sector financiero no está ajeno a la llamada Cuarta Revolución Industrial (o tecnológica), que ha transformado el quehacer humano de manera tan radical y vertiginosa en cuestión de años. “Prácticamente todo lo que ha avanzado la tecnología es aplicable a la banca. Ha aportado enormes ventajas a nivel de bienestar en todos los sentidos, como, por ejemplo, bancos más seguros y con mayores herramientas de control”, señaló.El presidente de BBVA Bancomer recalcó que la regulación es esencial para proteger el sistema financiero, porque no se trata de un sector cualquiera de la economía. En este sentido, indicó que el gran reto es encontrar la forma de “conjugar la regulación prudencial con los avances tecnológicos de manera de incorporar un marco regulatorio fuerte que promueva unas entidades sanas y un sistema financiero sólido”.
Para ello, afirmó Robles, es importante estar siempre en proceso de actualización, reflexión y evolución e invitó a “que trabajemos juntos regulados y reguladores, dentro de una visión prudencial que se compagine con la visión de desarrollo que ha traído la tecnología”.
Desde el onboarding al valor del Regtech
La segunda jornada se inició con el panel sobre los principales retos del Onboarding Digital, que estuvo moderado por Carlos López Moctezuma, director de Nuevos Negocios Digitales de BBVA Bancomer. Los panelistas destacaron que tanto reguladores como entidades financieras están obligados a un cambio de mentalidad. El reto para los países -coincidieron- es crear una regulación financiera dinámica para incorporar nuevas tecnologías al sector bancario que permitan un mercado más competitivo y con un intercambio de fortalezas entre los nuevos jugadores financieros y los bancos, que generen experiencias para acercar a los clientes a la transformación digital.
Por su parte, Conan French, Senior Technology Advisor en el Institute of International Finance (IIF), ofreció una detallada panorámica de las diversas maneras como la tecnología puede ayudar a los reguladores de todas las latitudes a realizar de mejor modo sus labores de supervisión. “En un entorno macroeconómico y financiero incierto –comentó French-, aplicar Regtech puede hacer una contribución importante para incrementar la rentabilidad y eficiencia de las instituciones financieras, a la vez que mejorar su cumplimiento efectivo con las regulaciones. Al hacer el cumplimiento menos complejo y demandante de capacidad, las soluciones regtech pueden liberar capital para usos más productivos, incrementando la competencia para remover barreras de entrada, mejorar la calidad y eficiencia de la supervisión, y reducir el riesgo en el sistema”.
El ‘cloud computing’ fue uno de los grandes protagonistas de la segunda jornada, con la participación de representantes regulatorios y ejecutivos de Microsoft y Google, dos de las empresas líderes en servicios en la nube. El potencial de esta tecnología exponencial la ha convertido en la piedra angular de la banca digital, por lo cual su regulación resulta fundamental para las entidades financieras.
Para los representantes de los gigantes tecnológicos, la clave está en conjugar control con agilidad y armonizar la regulación para ayudar a su consolidación. Todos coincidieron en que existe un gran desconocimiento de los servicios de cloud, lo que ha generado unas reticencias que no están fundamentadas en hechos sino en opiniones. Esto, afirmaron, se puede resolver con un esfuerzo serio de educación y una relación más cercana con los reguladores para que vean de primera mano cómo la nube entra en la ecuación de los nuevos servicios financieros.
El valor de las APIs
Ian Cox, del área de New Venture Creation de BBVA, abordó uno de los temas más demandados del momento: las APIs o cómo la banca avanza hacia la llamada ‘open banking’. De hecho, BBVA acaba de lanzar su API Market, y se ha convertido en uno de los primeros grandes bancos del mundo en apostar por la banca abierta, un paso que se espera impulse el desarrollo de un gran número de productos y servicios para clientes.
Para Cox, el papel de los reguladores dependerá del rol específico que quieran tomar en cada uno de sus países, pero sin duda, podrán jugar un rol fundamental en la aceleración del ecosistema fintech, dado que, a su juicio, el regulador se lo tiene que plantear como un objetivo.
El seminario concluyó con la presentación del informe 2016 del mapa fintech en Latinoamérica, preparado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Gabriela Andrade, responsable de Finanzas y Tecnología del BID, señaló que “las fintech no se reconocen como competidoras de la banca, sino que se ven como una respuesta a una demanda de productos a medida enfocados en la experiencia del cliente”. El informe desvela un crecimiento exponencial de este tipo de emprendimientos en la región (700 entidades en total) y una alta concentración de los mismos (el 90% se ubican en 5 países: Brasil, México, Colombia, Argentina y Chile).