La Federación Mundial de Bolsas (WFE), organismo comercial global para bolsas y cámaras de compensación, considera que los gobiernos deberían eliminar los Impuestos a las Transacciones Financieras (también conocidas como los FTTs, por sus siglas en inglés). Según concluye esta organización en su último análisis, la presencia de estas tasas bloquean la inversión, generan volatilidad y distorsiones que afectan negativamente a los inversores.
Desde el WFE argumentan que implementar Impuestos a las Transacciones Financieras (FTT) es una manera ineficaz de regular los mercados financieros, ya que el efecto que tienen en los patrones de negociación es, en el mejor de los casos, incierto y, en el peor, completamente contraproducente. “Las 250 infraestructuras de mercado que conforman nuestra membresía observan el impacto de estos impuestos en las operaciones que pasan por sus libros de órdenes, lo que puede tomarse como un indicador de la salud, la confianza y el dinamismo del mercado y la economía en general”, explican.
Según su análisis, los FTTs son «defectuosos» principalmente a su impacto en el aumento de los costes de transacción, ya que incrementan los gastos asociados con el comercio de activos financieros, lo que puede reducir los rendimientos netos para los inversores y desalentar tanto las inversiones a corto como a largo plazo. Otro argumento en contra de estas tasas que esgrimen desde la WFE es que tienen un impacto negativo en la liquidez y eficiencia del mercado. «Los FTTs pueden reducir el volumen de negociación y la liquidez del mercado, lo que lleva a diferenciales de compra-venta más amplios, una menor velocidad en el descubrimiento de precios y una mayor volatilidad del mercado, afectando negativamente la eficiencia del mercado en general», señalan.
También consideran que generan distorsiones en el comportamiento del inversor, ya que su existencia provoca que los éstos modifiquen su estrategias para evitar los activos gravados, «lo que podría llevar a elecciones de inversión subóptimas y un cambio hacia mercados más riesgosos o menos regulados». Hay dos implicaciones negativas más que consideran desde WFT: el impacto que tienen en el financiamiento corporativo y el riesgo que implican. Sobre el primero, la organización explica que los FTTs aumentan indirectamente el coste de capital para las empresas, haciendo más costoso financiar nuevos proyectos, lo que puede frenar la innovación y el crecimiento económico.
«Atención a la reducción del riesgo que supone la restricción del comercio lo que resulta peligroso y contraproducente, permitiendo que se acumulen presiones incontrolables, como se demostró claramente con el fracaso de los tipos de cambio fijos en la última parte del sigloXX. Fomentar el comercio, por otro lado, garantiza que los precios de los activos se mantengan actualizados, reduciendo así el riesgo de burbujas, incluidas aquellas impulsadas por el crédito barato en el sistema bancario. También garantiza que la liquidez se maximice para aquellos que desean modificar la composición de sus carteras de vez en cuando», argumenta en su estudio.
A la luz de las conclusiones de este análisis, Nandini Sukumar, CEO de la Federación Mundial de Bolsas, comenta: “La lógica de que, al aumentar los costes de transacción, un FTT limita el comercio supuestamente perjudicial y reduce la volatilidad y la incorrecta valoración de los activos es profundamente equivocada. De hecho, tiene el efecto contrario al desincentivar a los comerciantes informados, lo que significa que hay menos compradores y vendedores para negociar al precio ideal. Esto muestra claramente la naturaleza contradictoria de este impuesto. Los reguladores deben aprender del ejemplo de EE.UU., donde la desregulación de las comisiones bursátiles y la consiguiente disminución de los costos de transacción llevaron a una menor volatilidad de los precios. El efecto de la regulación puede extenderse desde el mercado financiero hacia la economía en general, por lo que esto debe abordarse en beneficio de los inversores y las empresas. Eliminar los FTT impulsará el crecimiento y reducirá la volatilidad”.
En opinión de Richard Metcalfe, director de Asuntos Regulatorios de la Federación Mundial de Bolsas, es peligroso experimentar con los FTT, como ha demostrado la historia. «Para ver esto, solo es necesario observar cómo los operadores y emisores de acciones en Suecia respondieron abandonando el mercado ante una serie de implementaciones y aumentos de FTT en los años 80, y luego regresaron en masa una vez que estos fueron derogados. Los responsables políticos deben prestar atención a los significativos inconvenientes económicos que imponen estos impuestos, especialmente dado que los impuestos existentes (en particular sobre ingresos y ganancias de capital) ya generan ingresos de las empresas financieras, de la misma forma que otras actividades económicas, permitiendo que la economía valore continuamente activos y riesgos, en beneficio de los gerentes de negocios e inversores”, concluye Metcalfe.