Ayer venció el plazo para presentar observaciones a la consulta pública abierta por el Ministerio de Economía en relación con el anteproyecto de Ley de transposición de la Directiva 2014/65/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, relativa a los mercados de instrumentos financieros (MiFID II). Esta directiva es de gran importancia para la industria del asesoramiento financiero en España ya que, entre sus objetivos, está reforzar la protección al inversor, regulando el asesoramiento en la comercialización de productos financieros, además de aumentar la transparencia y la eficiencia de los mercados.
En este contexto, Economistas Asesores Financieros (EAF) –órgano especializado en materia financiera del Consejo General de Economistas–, reclaman una mayor protección para los inversores, con independencia de su patrimonio, dado que los instrumentos financieros son cada vez más sofisticados e invertir en ellos conlleva más riesgos. Esta ha sido una de las principales conclusiones a las que ha llegado este órgano tras cerrarse ayer el plazo de consulta pública sobre la transposición de MiFID II en España.
La consulta, que contuvo 19 preguntas relacionadas con los objetivos de la directiva, hace referencia a los problemas que se pretenden solucionar con la MiFID II. Además, pone el punto de mira, entre otras cuestiones, en las condiciones de autorización y funcionamiento de las empresas de servicios de inversión, ESIs (sociedades de valores, agencias de valores, sociedades gestoras de carteras y empresas de asesoramiento financiero).
Según consideran desde EAF, aunque el texto sometido a consulta carece de articulado, el anteproyecto parece apuntar en buena dirección en cuanto a que muchas de las cuestiones que plantea a debate resultan fundamentales para mejorar el marco normativo español de los mercados de valores y simplificar los procedimientos administrativos de las ESIs.
Desde este colectivo de economistas creen que “deberían concretarse aspectos que permitan asegurar mayores niveles de protección de los inversores en productos financieros, especialmente minoristas”, que es uno de los principales objetivos que persigue la normativa de transposición de la directiva. “Tendrían que adoptarse medidas para que las empresas de asesoramiento financiero (EAFIs) puedan desarrollarse y expandirse, y para que cualquier inversor, no solo los que tienen un elevado patrimonio, puedan contar con un asesoramiento de calidad y especializado”, proponen desde AEF.
Oportunidad para las EAFIs
En su opinión, la aparición de nuevas vías de inversión relacionadas con la tecnología, como por ejemplo las plataformas de financiación participativa (crowdfunding, crowdlending, etcétera), así como la mayor sofisticación de los instrumentos financieros y los bajos tipos de interés hacen que los inversores puedan incurrir en riesgos que desconocen. “De ahí la importancia de la EAFI como un aliado al que acudir antes de tomar sus decisiones de inversión”, destacan.
Dada la naturaleza y objetivo de las EAFIs, desde este órgano apuntan que la norma de transposición debería tener en cuenta las particularidades de la EAFIs e implementar medidas para su desarrollo, como, por ejemplo, flexibilizar las condiciones de autorización de este tipo de entidades, reducir las exigencias con respecto al resto de ESIs y permitir que puedan designar agentes, lo que les permitiría prestar servicios a un mayor número de inversores.