Los asesores financieros deben acatar el espíritu de la norma fiduciaria del Departamento de Trabajo (DOL), independientemente de lo que finalmente haga el presidente Trump, así al menos lo piensa el grupo de expertos que participó el jueves pasado en una mesa redonda sobre el impacto de dicha norma en el proceso de inversión, en el marco de la conferencia TD Ameritrade LINC 2017.
«El tema está encima de la mesa», dijo Joe Cortese, consultor senior de DiMeo Schneider & Associates, en palabras recogidas por Think Advisor. «Ahora los clientes están más informados sobre posibles reglas de conflicto de interés». El medio también atribuye a Jean-David Larson, director de iniciativas regulatorias y estratégicas de Russell Investments, la idea de que los clientes ahora prestan más atención a la transparencia sobre comisiones y productos de inversión. Y eso seguirá así aunque el DOL aparque su regla.
A lo largo de la mesa redonda, que dirigió Scott Egner, director de ventas de cuentas administradas en Ameritrade Institutional, ninguno de los participantes sugirió que los asesores deban contar con un retraso o con la revocación de la regla, aunque Larson señaló que este es un «tiempo de ambigüedad».
A partir de ahí, los conferenciantes ofrecieron a los asesores varias recomendaciones para cumplir con la norma, como definir lo que hace para el cliente; documentar las iniciativas y soluciones incluyendo el racional de las inversiones particulares; y defender sus decisiones usando esa documentación.