Por mucho que algunos nieguen sus golpes, la normativa MiFID II está impactando con fuerza en la industria de gestión de activos y asesoramiento financiero. Los principales efectos, según defendió Jorge Ferrer, socio de finReg 360, en el marco de la Primera Jornada de Afin Compliance sobre Cumplimiento Normativo y Control de Riesgos en el sector financiero -celebrada ayer en Madrid-, son una reducción de márgenes que se sitúa entre el 20% y el 25%; una reorientación de los modelos de negocio hacia el asesoramiento no independiente, con un empuje también de la gestión discrecional de carteras y los fondos perfilados; y una próxima consolidación entre las entidades medianas y pequeñas. Así las cosas, el futuro de las entidades pasa, según el experto, por la proliferación de clases limpias de fondos y por una clara apuesta por el servicio y el valor añadido.
“El primer efecto de la normativa es una reducción de márgenes. Si hablamos de cifras comprendidas entre un 20% y un 25% no nos quedamos cortos”, afirma Ferrer. Y todo ello por la conjunción de dos factores: mayores costes y mayor presión sobre los ingresos.
En los costes, explica, intervienen varias variables, como los costes puros de implementación de la norma, pero también los costes recurrentes de mantenimiento (de todas las nuevas herramientas de reporting, grabación de llamadas, modelos de asesoramiento más costosos y distintos a los de distribución tradicionales a los que empuja la norma…). A ello hay que añadir el coste de análisis en las gestoras: en el caso de España, a diferencia de lo que han hecho fuera, la mayoría ha optado por pasarlo al partícipe, pero, advierte Ferrer, no todo el análisis que consumen las entidades es el que va dedicado a los fondos y también supone un incremento de costes intrínseco para las gestoras. Y también, el coste derivado de la obligación de pagar IVA (del 21%) en el asesoramiento no independiente, que en un principio no se valoró porque no se sabía, y está provocando que algunos modelos instaurados no tengan sentido.
Por el lado de los ingresos, añade Ferrer, las consecuencias no se ven de forma tan inmediata pero hay varios factores que están influyendo para ejercer una mayor presión. En primer lugar, las clases limpias de fondos: la prohibición de cobrar retrocesiones en gestión discrecional de carteras y asesoramiento independiente impulsa su utilización; además, la supervisión de la CNMV sobre los precios en un entorno de fuerte competencia en el que conviven gestoras nacionales e internacionales también presiona el precio a la baja, teniendo en cuenta que el coste de la distribución en España está en torno al 60%-70%.
En segundo lugar, el criterio de integración vertical: “La interpretación de los reguladores es muy exigente y a veces pagan justos por pecadores”, dice Ferrer, que explica que en ocasiones las normas son difíciles de aplicar. “Incluso cuando no se dan pagos intragrupo, si tienes un producto que es más caro a uno semejante que hay en el mercado, el exceso se interpreta como un coste de distribución, es decir, un incentivo que se puede dar solo en servicios donde está permitido como el asesoramiento no independiente y la recepción y transmisión de órdenes”. Además, dice el experto, la vigilancia del regulador provoca un arbitraje entre las gestoras y empuja las comisiones a la baja. Y por último, la transparencia es otro factor que presiona en los ingresos (la obligación de informar ex ante y ex post de costes a los clientes), si bien desde finReg 360 ven poca influencia de este último factor.
El efecto en los modelos de negocio
Además de la reducción de márgenes, MiFID II está teniendo una influencia clara en los modelos de negocio, reorientando sobre todo hacia el asesoramiento no independiente, la gestión discrecional de carteras y otras vías como los fondos perfilados. “El regulador nunca se ha creído que en las grandes redes de distribución no había asesoramiento y ha considerado que éste estaba implícito”, explica Ferrer. Así las cosas, la norma ha movido los modelos de negocio debido a una interpretación estricta: “Si las entidades no quieren ofrecer productos de terceros, tienen que salir del modelo de distribución tradicional y, si no quieren cobrar directamente al cliente, tienen que reorientar sus modelos hacia un asesoramiento simplificado y no independiente, algo que han hecho la mayoría de redes bancarias. Aunque aún hay un arbitraje fiscal fruto de la obligación de pagar IVA –conocida recientemente-, se ha producido un fuerte momento hacia este tipo de asesoramiento”, explica Ferrer. El asesoramiento independiente solo lo están abrazando las entidades que tienen recursos para ello, por ejemplo grandes firmas como BBVA o CaixaBank.
Y también ha habido un fuerte empuje hacia la gestión discrecional de carteras, un segmento con reglas muy claras en el que el mejor gestor puede ganar cuota. Los bancos buscan crecer también en otros ámbitos vía las carteras modelo o los fondos perfilados, una munición que utilizan para dirigirse a otros segmentos del mercado. “Estas últimas vías ofrecen un modelo escalable con mucho recorrido”, añade el abogado.
Consolidación de entidades
En un entorno dominado por las grandes redes bancarias y en el que lel resto de entidades se reparte en torno al 25% del mercado, han proliferado numerosas firmas medianas, pero la realidad es que necesitarán volumen, dice Ferrer. “Hay muchas entidades pequeñas o medianas que no cumplen bien con la normativa o buscan ganar eficiencia”, y eso llevará a un movimiento de consolidación.
Claves de futuro
En este contexto, desde la boutique financiera hablan de dos tendencias que tendrán que atender las entidades: por un lado, ofrecer clases limpias y, por otro, centrarse en el servicio y en el valor añadido. “La tendencia es que habrá una contaminación hacia clases limpias, será rápida y se crearán nuevos modelos de servicios”, explica (por ejemplo, ya han surgido algunos con clases limpias que cobran de forma explícita o por otros conceptos, como la custodia, algo nuevo).
Además, en un entorno marcado por la tecnología y el envejecimiento de la población, cambiará la forma de relacionarse con el cliente, con el surgimiento de nuevos modelos como los supermercados de fondos o los roboadvisors: “Los costes de intermediación van a bajar, y en un entorno en el que habrá cada vez más productos de terceros, y buenos, tiene que haber una apuesta de las entidades en España por modelos de asesoramiento que aporten valor añadido, una apuesta por el servicio”, apostilla el abogado.
Segundo aniversario
En su segundo aniversario, y con la pretensión de dotarla de periodicidad anual, Afin Compliance ha celebrado su primera Jornada de puertas abiertas en Afi Escuela de Finanzas. Se han abordado temas de especial interés para los más de 150 asistentes de unas 110 entidades, entre bancos, aseguradoras, gestoras y empresas de servicios de inversión, presentes a través de sus departamentos de Cumplimiento Normativo y Control de Riesgos.
El primer foco de la Jornada se ha puesto en la metodología, así como en las técnicas y procedimientos que deben regir la actividad de la Unidad de Compliance en las entidades financieras. MiFID II ha sido otro de los temas, junto a aspectos relacionados con la prevención del blanqueo de capitales y el abuso de mercado dada la relevancia que está alcanzando en las entidades financieras.
AFI-finReg Compliance Solutions, S.L. (Afin Compliance) es una sociedad creada en 2017 por Afi y finReg con la finalidad de prestar servicios a los departamentos de Cumplimiento Normativo y Control de Riesgos de las Entidades Financieras.