El martes la U.S. Chamber of Commerce publicaba un informe con estadísticas de las encuestas y otros datos presentados durante el reciente período de comentarios sobre la regla fiduciaria del Departamento de Trabajo de Estados Unidos que destacaba que siete millones de titulares de cuentas de pensiones individuales podrían ser desechados por sus asesores dado el reducido tamaño de sus cuentas, y avisando de que los costes del servicio podrían aumentar un 200%.
La Cámara emitió el informe una semana después de que Alexander Acosta, anunciase en un artículo en el Wall Street Journal que el Departamento de trabajo seguiría aceptando comentarios públicos para la reevaluación del reglamento que requiere que los asesores financieros actúen en el mejor interés de sus clientes en las cuentas de jubilación. Esta revisión, que según el secretario de Trabajo seguirá en marcha hasta el día de su implementación (1 de enero de 2018), fue ordenada por Trump en el mes de enero y «podrá resultar en su modificación o revocación».
Acepten comentarios o no, las declaraciones de Acosta dejaron claro que la regla no se demorará más, por lo que será efectiva el próximo viernes, día 9 de junio. A pesar de eso, Investment News publicaba esta semana que los comentarios de Acosta dejan claro que la regla actual puede no encajar en la agenda reguladora del presidente, y además solo citó aspectos negativos de la misma, por lo que la versión que deba ser implementada en enero de 2018 podría tener un contenido muy diferente.