La autoridad supervisora de los mercados europeos, ESMA, tendrá que pronunciarse, ofrecer su opinión y aconsejar a la Comisión Europea sobre si las gestoras de fuera de la Unión Europea podrán obtener un pasaporte para comercializar sus fondos alternativos en los países miembros de la Unión. Y tendrá que hacerlo antes del próximo 22 de julio, si se quiere cumplir con la agenda prevista que llevaría a la eliminación total de los regímenes de private placement en 2018, según recuerda la firma de servicios de administración de fondos Apex.
Los partipantes de la industria tuvieron hasta principios de enero para presentar sus opiniones sobre si ese pasaporte debería ser extendido a las firmas extracomunitarias (y las firmas comunitarias con fondos no comunitarios) o no. En general, el feedback recibido es que es demasiado pronto para hacer una valoración significativa con respecto al régimen de pasaporte AIFMD y que ESMA debería considerar posponer su opinión más allá de este verano. Las autoridades tardaron 25 años en introducir el concepto de un pasaporte de comercialización, el de los fondos UCITS, y por lo tanto, consideran que es contraproducente tomar con prisas esa decisión de extender el pasaporte alternativo sin tener suficiente tiempo para valorar la experiencia práctica y las consecuencias que tendría su implementación más allá de la UE y los fondos domiciliados en la UE.
La industria se muestra preocupada en relación a la confusión con respecto a la definición de «marketing y comercialización» y también ante la falta de una estrategia uniforme de los estados miembros a la hora de implementar el pasaporte alternativo. Por ejemplo, los estados difieren en los procesos, los requisitos, el marco temporal y los costes a la hora de aprobar los pasaportes alternativos.
La agenda prevista de AIMFD
La Directiva que regula a las gestoras de productos alternativos en la Unión Europea introduce requisitos para la comercialización y gestión transfronteriza, entre los que se incluye el denominado pasaporte europeo para fondos de inversión alternativa de estados miembros de la Unión Europea gestionados por gestoras autorizadas en esos estados, cuyo objetivo es fomentar el mercado interior europeo de fondos. Los requisitos para las gestoras de la UE y los fondos domiciliados en los estados de la UE ya están claros y el pasaporte se puso en marcha ya en 2013, eliminando los regímenes de private placement.
Pero el régimen de comercialización de fondos de fuera de la UE (ya sean pertenecientes a gestoras de la UE o de fuera de la UE) y de gestoras foráneas (ya sea con fondos domiciliados en la UE o fuera de la UE), se está estudiando. Las autoridades tienen que pronunciarse al respecto, aunque la idea inicial era que este año estuviera listo el pasaporte para gestores de la UE con fondos no UE y gestoras de fuera de la Unión con fondos domiciliados dentro o fuera de la UE, de forma que de 2015 a 2018 pudiera coexistir este régimen de pasaporte con el de los regímenes nacionales de private placement para la comercialización de fondos alternativos.
Una vez dado ese paso, la idea es que a partir de 2018 se ponga fin a los regímenes de private placement y la comercialización sea solo posible a través de pasaporte, lo que requeriría para las gestoras foráneas (y para las europeas que quieran comercializar fondos domiciliados fuera) la autorización de los supervisores nacionales para comercializar sus productos de capital riesgo u otros vehículos cerrados en la UE.
A pesar de las peticiones de retraso en esa decisión por parte de los participantes de la industria, como indica Apex, ahora la pelota está en el tejado de ESMA, que deberá pronunciarse antes del 22 de julio ante las otras autoridades europeas para determinar el futuro régimen de comercialización de los fondos alternativos en Europa.