La Comisión Europea ha puesto en su punto de mira a los fondos monetarios, como parte de su lucha contra el shadow banking (o actividades bancarias en la sombra, realizadas por entidades que no están autorizadas para ello). Pero las nuevas regulaciones que se están fraguando en el seno de la Unión podrían ser una sentencia de muerte para el sector, según un reciente informe de Cerulli.
“Europa quiere más seguridad, incluyendo criterios de inversión más estrictos, la prohibición de las ventas en corto y el establecimiento de límites a la exposición a ciertos valores y emisores”, comenta Barbara Wall, directora de Cerulli. “Hasta ahora, razonable, pero hay otras propuestas menos apetecibles y potencialmente destructivas”, añade.
Por ejemplo, la imposición de un amortiguador de capital del 3% en fondos que utilizan valor liquidativo constante (con el objetivo de hacer frente a los reembolsos) añadirá unos poco gustosos 30 puntos básicos en un momento en el que muchos inversores ya están perdiendo dinero en sus valores monetarios, comentan desde la entidad. “Establecer comisiones adicionales o algunos cierres podría ser una mejor forma de paralizar las peticiones de reembolsos”, afirma Wall.
Otras propuestas, aún no adoptadas, están obligando a los gestores a considerar si quieren estar en el sector, según Cerulli. Por ejemplo, la prohibición categórica de vender fondos monetarios a inversores minoristas y la conversión de todos los fondos monetarios con valor liquidativo constante en fondos con valor variable para el año 2019.
“Incluso si la regulación no conduce a una explosión fatal de la industria, sacará a todos del mercado, excepto a los grandes grupos”, dice Angelos Gousios, analista senior en Cerulli. “El resultado final será que el mercado tendrá menos fondos y de mayor tamaño, lo que creará potencialmente un mayor riesgo sistémico para los individuos, y menos liquidez en el sistema financiero, pues habrá menos compradores de deuda pública. O, precisamente, problemas que los europeos están tratando de evitar”.
Recientemente, también la Asociación de fondos de Luxemburgo, ALFI, advertía en un comunicado de los riesgos de aplicar todas las medidas que se están proponiendo acerca de los fondos monetarios. Al igual que Cerulli, cree que la regulación pone en peligro el sector.