Desde Credicorp Capital, firma especializada en gestión de activos y mercados de capitales con presencia en Colombia, Perú y Chile, Daniel Velandia, director de investigaciones económicas de la firma, y Camilo Andrés Durán, analista de macroeconomía y tasas, examinan las consecuencias de la radicación de la esperada reforma tributaria estructural en el Congreso de Colombia.
Según las explicaciones del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, la propuesta tiene un carácter estructural pues incorpora modificaciones a las tarifas tanto de impuestos directos como indirectos, así como en la base de contribuyentes, y la gravable para empresas y personas naturales, mientras que está muy enfocada en disminuir la evasión y elusión, y en simplificar el sistema tributario colombiano.
De esta manera, de acuerdo con el ministerio de Hacienda colombiano, el proyecto de ley no sólo busca recaudar nuevos recursos para cubrir el hueco fiscal generado por la fuerte caída en los precios del petróleo, sino que también se centrará en mejorar la calidad del sistema tributario con el fin de fomentar la inversión y el empleo formal.
La reforma radicada está prácticamente en línea con la propuesta general presentada al gobierno por la Comisión de Expertos hace diez meses, debido a que se abordaron sus principales recomendaciones (particularmente el incremento del IVA del 16% al 19% y la reducción del impuesto corporativo al 32%), lo que desde Credicorp Capital consideran favorable. De igual manera, algunos puntos de la reforma serán implementados gradualmente (es decir, en varios años), lo que está en línea con la regla fiscal y la perspectiva de Credicorp.
El gobierno espera que la reforma presentada incremente el recaudo de impuestos en un 2,7% del PIB para 2022, por encima de la estimación realizada por Credicorp Capital del 2,0% del PIB.
De cualquier manera, Velandia y Durán reconocen que el riesgo de dilución sigue siendo alto, luego de la victoria del ‘no’ en el plebiscito que buscaba refrendar el acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC. Dicho esto, mantienen su hipótesis de que los incentivos políticos siguen alineados para la aprobación de la reforma tributaria:
- El presupuesto de 2017, que no incluye ingresos adicionales de la reforma, no presenta un incremento en términos reales, con la inversión cayendo cerca del 10%; de esta manera, una reforma tributaria permitiría la inclusión de adiciones presupuestales, que consideramos del interés de los Congresistas.
- Teniendo en cuenta que se realizarán elecciones presidenciales en mayo de 2018, los partidos políticos, incluyendo aquellos que se vieron favorecidos por el resultado del plebiscito (i.e. Centro Democrático), muy seguramente preferirán tener resuelto el desafiante escenario fiscal para ese entonces.
Adicionalmente, se cree que el proyecto de ley radicado en el Congreso ya incorpora la posibilidad de cierta dilución, lo que da espacio al gobierno para negociar con todas las fuerzas políticas. Se espera que se mantenga la calificación soberana BBB en caso de que la magnitud de la dilución no sea significativa.
La reforma propuesta afectaría a los pronósticos de crecimiento del PIB e inflación de 2017 (un 2,7% y un 3,8%, respectivamente), principalmente como resultado del incremento en el IVA, al tiempo que mejoraría las perspectivas de la economía en el largo plazo debido al avance en la competitividad. Igualmente, podría afectar en cierta medida a la expectativa que Credicorp Capital tiene sobre el comienzo de un ciclo bajista del Banco de la República desde diciembre de 2016 al primer trimestre de 2017, aunque puede que el impacto no sea muy significativo debido a que el efecto sobre la inflación es temporal.
Habrá que esperar a sus próximos reportes para poder conocer la evaluación de las potenciales repercusiones de los cambios propuestos sobre las variables macro y los modelos de valoración de los emisores locales del mercado de renta variable. Sin dudas, el resultado final de este análisis será sensible al debate en el Congreso y a las posibles modificaciones de la reforma.
Tamaño de la reforma: La reforma tributaria tiene como objetivo aumentar el recaudo de impuestos al 2,7% del PIB para 2022, mientras que se esperan recursos adicionales por un 0,6% del PIB por la mayor formalización, lo que en total podría significar nuevos recursos por alrededor del 3,3% del PIB para ese año. Para 2017, el incremento del recaudo sería cercano a 0,8% del PIB, en línea con la requerida disminución en el déficit fiscal en 0,6% del PIB de acuerdo con la regla fiscal.
El IVA pasaría de 16% a 19% a partir de 2017: En la reforma tributaria se propone incrementar el IVA en 3 puntos porcentuales a 19% desde 2017, en línea con la recomendación de la Comisión de Expertos. En Credicorp Capital esperaban una implementación gradual para evitar un impacto material en el consumo privado y la inflación. Dicho esto, Velandia y Durán piensan que esta decisión fue tomada teniendo en cuenta que los productos de la canasta básica, como los alimentos y la educación, continuarán siendo excluidos/exentos de dicha tarifa, lo que contrasta con la propuesta de la Comisión de gravarlos con una tasa baja (5%). De cualquier manera, no se descarta que luego del debate en el Congreso la implementación efectiva del incremento del IVA se realice de manera gradual.
En ese sentido, el impacto final sobre la inflación en 2017 puede ser mucho menor que lo pensado en primera instancia; igualmente, el gobierno estima que el impacto en el PIB de 2017 será principalmente por menor crecimiento del consumo privado en 0,3 puntos porcentuales frente al escenario sin la reforma tributaria.
Ventas de vivienda nueva: Las ventas de viviendas nuevas que estén por encima de los 797 millones de pesos colombianos serán gravadas con un IVA del 5%. Al mismo tiempo, el gobierno resaltó que los programas de Vivienda de Interés Social para las personas de bajos ingresos no tendrán IVA.
Impuestos corporativos: En la reforma propuesta, la estructura impositiva de las personas jurídicas en Colombia sería simplificada, ya que se cobraría un sólo tributo (impuesto de renta) frente a los cuatro que existen en el régimen actual (Renta, CREE, sobretasa y riqueza). En ese sentido, el impuesto a la riqueza desaparecerá en 2018 como se planeó originalmente. Las compañías más grandes (aquellas con ingresos netos por encima de los 800 millones de pesos colombianos) serán gravadas con un impuesto de renta del 34% en 2017, y una sobretasa del 5%, por lo que la carga total será del 39%. El impuesto de renta para las compañías será del 33% en 2018, con una sobretasa de 3% para una carga total del 36%, mientras que se espera que dicho impuesto disminuya al 32% a partir de 2019. Cabe recordar que, luego de la reforma tributaria de 2014, la tasa impositiva para las empresas se fijó en un 42% y un 43% para 2017 y 2018, respectivamente. Por último, la nueva reforma considera una exención en el IVA para la compra de bienes de capital, por lo que las compañías tendrán un beneficio tributario por invertir en nuevas tecnologías, maquinaría y la expansión general de sus negocios.
El gobierno planea impulsar la creación de empleo: La nueva reforma tributaria establece una rebaja en la contribución por parte del empleador a los sistemas de salud y pensiones para aquellos empleados que ganen un salario por encima de 10 veces el salario mínimo mensual legal vigente. En términos de creación de empleo formal, el objetivo del gobierno con la reforma es crear 255.000 puestos de trabajo.
Impuestos a los dividendos. La inclusión de este impuesto en la reforma era ampliamente esperada. Las personas naturales serán gravadas (empezando desde 2017) con una tasa del 5% si los dividendos que reciben están entre los 17,8 millones y los 29,7 millones de pesos colombianos por año, mientras que la tasa incrementará hacia el 10% para dividendos que estén por encima de 29,7 millones. Es importante destacar que las firmas locales no estarán sujetas a impuestos a los dividendos.
Impuestos de renta para personas naturales: La estructura se simplificará a través de mantener un solo sistema (renta ordinaria) frente a los tres que existen actualmente (renta ordinaria, IMAS e IMAN). Como estaba previsto, la base impositiva se incrementaría para las personas naturales, así que aquellas que ganen más de 2,7 millones de pesos colombianos mensuales pagaran impuesto de renta a partir de 2018, frente a 3,5 millones en el régimen actual. Igualmente, el límite para las exenciones para las personas naturales será del 35% del total de sus ingresos con un monto máximo de 104 millones. En general, la reforma generaría un sistema más progresivo.
Evasión: Entre otras medidas, la reforma tributaria propone prisión entre 48 y 108 meses para aquellos que no declaren activos o presentan pasivos inexistentes por encima de 5 millones, además de una multa equivalente al 20% del valor de los activos no declarados o los pasivos no existentes. Se contratarán más inspectores para la DIAN.
El Gravamen a los Movimientos Financieros (4×1,000): Como era esperado y en línea con las recomendaciones de la Comisión de Expertos, el 4×1,000 sería permanente.
Régimen de las Entidades Sin Ánimo de Lucro (ESAL): Esta medida busca reducir la evasión y elusión a través de este esquema, al igual que garantizar el cumplimiento de la función social de dichas organizaciones. Actualmente, las ESAL operan bajo un Régimen Tributario Especial. Este régimen se mantendrá, aunque ahora se implementará una clasificación y verificación estricta de dichas entidades. Particularmente, la DIAN realizará un proceso de fiscalización sobre las ESAL y monitoreará el cumplimiento de los requerimientos necesarios para que puedan operar bajo el Régimen Tributario Especial. El gobierno creará un sistema de información en el que las ESAL deberán declarar cargos, pagos a directivos, donaciones, programas de inversión, proyectos en curso y futuros, entre otros. Finalmente, se prohíbe cualquier distribución directa o indirecta de excedentes a los accionistas o fundadores de estas entidades.
Monotributo: Busca la formalización de los pequeños comerciantes y simplificar sus obligaciones tributarias. Los comerciantes pueden elegir entre este nuevo régimen y el actual impuesto a la renta, en la medida en que el monotributo no implica una carga adicional. El ministerio de Hacienda declaró que el principal objetivo de esta medida es crear beneficios para los pequeños comerciantes en vez de generar importantes ingresos adicionales para el gobierno. La formalización les permitirá tener un acceso más amplio a los sistemas financiero y de seguridad social.
Impuesto adicional a las bebidas azucaradas y los cigarrillos: El precio de los cigarrillos en Colombia es uno de los más bajos del mundo; la meta es converger hacia el promedio de la región. Así, el impuesto específico a los cigarrillos se triplicará en 2017, y se indexará a la inflación a partir de 2018 (inflación + 4%). Adicionalmente, la carga sobre las bebidas azucaradas será de 300 pesos colombianos por litro. Ambos impuestos serán adicionales al IVA.
La esperada reducción del impuesto de retención en la fuente sobre las ganancias en el mercado de TES (títulos de deuda pública emitidos por el gobierno colombiano y administrados por el Banco de la República), para los inversionistas extranjeros no fue incluida en la reforma, de forma contraria a las expectativas. Desde Credicorp Capital creen que esto se debe principalmente a algunas preocupaciones con respecto a la estabilidad financiera, en la medida en que la participación de los extranjeros en el mercado de TES en pesos colombianos se ha incrementado desde el 24,7% en febrero de 2016 al 32,8% actualmente. Así, dicha tasa permanecería en 14%. Sin embargo, luego de la radicación de la reforma, se conoció la noticia de que ministerio Hacienda podría remitir en los próximos días una propuesta de reducción de dicha tarifa.