Con la publicación del enfoque de supervisión de los requisitos de gobernanza de productos (conocido como POG, por sus siglas en inglés), la EIOPA expone su enfoque de supervisión de los requisitos de gobernanza de productos, incluyendo los sistemas y procedimientos implantados, las estrategias de distribución o las pruebas de producto.
Así, la entidad busca asegurar la aplicación adecuada y correcta de estos requisitos y que las políticas y procedimientos de las entidades a buenos resultados para los consumidores. El documento está basado, además, en las exigencias del artículo 25 de la directiva de distribución de seguros (IDD, por sus siglas en inglés).
“El objetivo principal de la supervisión debe ser verificar la aplicación adecuada y correcta de los POG y asegurar que las políticas y procedimientos implantados por las entidades conducen a buenos resultados para los consumidores”, aseguran desde la autoridad europea. Además, establece que la supervisión de los POG no debe limitarse a evaluar si los fabricantes y distribuidores de seguros han desarrollado políticas y procedimientos.
En este sentido, deberá tener en cuenta si son adecuados y proporcionales, según el modelo de negocio, el nivel de complejidad del producto y las características del mercado objetivo; si se aplican realmente para la aprobación de los productos; si son adecuados para corroborar que los nuevos productos o los productos significativamente adaptados satisfagan las necesidades, fines y características del mercado objetivo durante su vigencia, y si son coherentes los tipos y las gamas de productos definidos y distribuidos, y los mercados a los que se dirigen.
No obstante, el documento de la EIOPA no es vinculante ni modifica lo ya establecido en la IDD, sino que pretende facilitar a los productores y distribuidores de seguros la implementación de sus propias políticas de POG y favorecer el diálogo con los supervisores nacionales.
La EIOPA centra la supervisión de los POG en lo referente a sistemas y controles, mercado objetivo, pruebas de producto, estrategia de producto y seguimiento y revisión del producto.
En primer lugar, en lo referente a los sistemas y controles, la EIOPA establece que las actividades de supervisión de los sistemas y controles de los POG buscan evaluar si la política general y los sistemas y controles de los POG de los fabricantes son adecuados y proporcionales. Asimismo, determina si los fabricantes disponen de medidas y procedimientos que eviten perjuicios al consumidor durante la vida del producto y, en caso de que aparezcan, mitigar su impacto.
Además, ha de valorar si los procesos y procedimientos de los POG puestos en marcha por los distribuidores, en virtud de los acuerdos de distribución, están claramente estructurados y son los apropiados.
Por otro lado, la supervisión de los POG respecto al mercado objetivo busca comprobar si las medidas y controles definidos para verificar que el mercado objetivo del producto está correctamente identificado y que se haya aplicado un nivel suficiente de granularidad.
En este sentido, se centra en supervisar la definición correcta de la complejidad de los productos por los fabricantes, verificando si han identificado y justificado la metodología y los criterios para determinar el nivel de complejidad, en función del producto, y si han evaluado el efecto concreto de la complejidad para la determinación del mercado objetivo.
Además, supervisa los procesos y procedimientos que sigue el fabricante para definir e identificar el mercado objetivo para comprobar que son claros y exhaustivos han de examinar, según la EIOPA si, dentro de su política general de los POG, los fabricantes cuentan con un proceso específico para identificar y definir el mercado objetivo de cada producto.
Por último, regula el nivel de granularidad de la definición del mercado objetivo y los criterios de la estrategia de distribución son adecuados para el producto y permiten evaluar qué clientes entran en el mercado objetivo.
Respecto a la evaluación de los métodos de pruebas de producto, la supervisión de los POG se centrará, según la EIOPA, en examinar la estructura organizativa para desarrollar esas pruebas, y comprobar que sus procesos y procedimientos estén integrados en la práctica.
En concreto, pretende comprobar la adecuación de las pruebas realizadas por los fabricantes a las características de los productos, según la proporcionalidad y la complejidad del producto en las fases clave.
En lo referente a la estrategia de producto y en relación a los POG, el supervisor persigue evaluar la idoneidad de la estrategia de distribución desde la perspectiva de los fabricantes, comprobando si han definido una variedad de criterios que aseguren que los distribuidores seleccionados son adecuados para el mercado objetivo y el producto. Además, busca supervisar el intercambio de información entre fabricantes y distribuidores para que sea clara, completa y actualizada.
La EIOPA destaca la vigilancia de las actividades de distribución para comprobar si las técnicas de vigilancia definidas por los fabricantes en su política general y en los procesos para productos específicos son adecuadas y proporcionadas, según la complejidad del producto, las características del mercado objetivo y la estrategia de distribución.
Además, ha de evaluar la aplicación de la estrategia de distribución para comprobar que sea la adecuada desde perspectiva de los distribuidores, valorando la forma en la que estos se aseguran de que los acuerdos de distribución cuenten con medidas y procedimientos para obtener del fabricante toda la información pertinente sobre los productos comercializados y que estos se comprenden plenamente, según la complejidad, los riesgos y su naturaleza, y la escala y características de su negocio.
Por último, en lo relativo al seguimiento y revisión del producto, la EIOPA establece que la supervisión de los POG ha de examinar si los procedimientos determinan claramente el control continuo y la revisión periódica de los productos de seguros, para comprobar que siguen siendo coherentes con las necesidades, características y fines del mercado objetivo. Asimismo, pretende evaluar si esos procedimientos se han aplicado en la práctica de manera proporcional a la complejidad del producto.