El máximo tribunal chileno considera que los bancos pueden cerrar las cuentas a los operadores de criptomonedas porque este tipo de divisa no está regulado y no cuenta con el respaldo de ningún gobierno o empresa privada. Así, el recurso de la operadora Orionx contra Banco Estado está sentando un precedente para este nuevo sector financiero.
Los jueces consideraron que la decisión de Banco Estado de cerrar la cuenta de Orionx (objeto de la demanda) no constituye un acto arbitrario e ilegal y señala que “el giro de la actora comprende la compra y venta de monadas virtuales y criptodivisas tales como Ethereum, Ripple, Litecoin y Bitcoin, todas consistentes – según se señala en el propio recurso – en programas computacionales, específicamente algoritmos que, como tales, carecen de manifestaciones físicas y no tienen valor intrínseco como tampoco uno que cuente con respaldo de algún gobierno en particular o de alguna compañía”.
De todos modos, las tres operadoras de criptomonedas que trabajan en Chile mantendrán una denuncia contra diez bancos ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC). Orionx, Buda y Cryptomarket acusan a las entidades de abusar de su posición de dominio colectivo cuando el pasado mes de marzo decidieron cerrar sus cuentas.
El pasado mes de agosto, el TDLC falló a favor de las operadoras y condenó a los bancos a compensarlas. La sentencia fue recurrida.
Por su parte, los bancos argumentan que mantenerles las cuentas a los operadores de criptomonedas les hacen correr el riesgo de ser acusados de lavado de activos, ya que estas divisas escapan a los controles regulatorios y pueden ser usadas por el crimen organizado.
Ahora, la sentencia de la Corte Suprema de Chile coincide con una racha de fuertes caídas de las cotizaciones de las criptomonedas.