La Comisión Europea ha emitido una consulta pública sobre la necesidad de crear un marco regulatorio europeo que abarque los diversos criptoactivos que existen, desde el bitcoin hasta cualquier token. Según indican desde finReg, con esta consulta la institución europea pretende “analizar también el efecto que estas nuevas tecnologías tienen en la forma en la que se emiten, intercambian, comparten y se acceden a los servicios financieros.
Según explican desde finReg, la Comisión entiende que unos criptoactivos estarían cubiertos por la regulación actual europea, pero no otros. “Para cada uno de estos dos grupos, define unos objetivos, que pretende materializar en 2020”, añade. El periodo de la consulta es del 19-12-2019 al 12-3-2020, y la decisión de de la Comisión está prevista para el tercer trimestre de 2020.
Por ahora, el objetivo de este marco es dar respuesta a “la falta de seguridad jurídica actual de la que adolece el tratamiento de los criptoactivos”. Según finReg, esta consulta es relevante porque, al fin y al cabo, “se trata de determinar si el marco regulatorio de los servicios financieros de la UE le es aplicable y cómo, y si aborda adecuadamente los riesgos inherentes a estos activos y a los servicios financieros relacionados con ellos”.
Con la consulta, se pretende evaluar hasta qué punto los activos criptográficos están o pueden estar cubiertos por la regulación de la UE, si se necesita una nueva regulación y si sería suficiente emitir directrices de aplicación. Actualmente, la Comisión tiene dos líneas de trabajo paralelas: uno sobre los criptoactivos cubiertos por el marco regulatorio de la UE y otra sobre los criptoactivos fuera de la regulación de la UE.
Según señalan el análisis que hace finReg sobre la situación a día de hoy, los criptoactivos que estarían dentro del marco europeo son los considerados “instrumentos financieros o dinero electrónico”, en conformidad a lo establecida por ESMA y la EBA. En relación a este primer grupo, la Comisión Europea pretende tres cosas: aclarar la forma y condición en la que el marco actual se aplica, adaptar la normativa para conseguir que las autoridades nacionales competentes puedan aplicar la norma y, por último, conseguir que la legislación vigente no impida la aplicación de determinadas tecnologías, abordando eficazmente los riesgos operacionales subyacentes.
Por último, en lo que afecta a los criptoactivos que, por sus características, quedan fuera de los conceptos previstos y, por tanto, del encaje de la regulación actual de la UE, se pretende lo siguiente:
Revertir, en la medida de lo posible, los riesgos de consumidores e inversores debido a la ausencia de normas aplicables.
Valorar la categorización de estos criptoactivos en una nueva clase de «activos regulados».
Mitigar la falta de comprensión de los consumidores para minimizar el riesgo de fraude.
Abordar el riesgo que suponen las criptomonedas estable o «stablecoins» para la estabilidad financiera.
“Además de lo anterior, la Comisión considera que un marco normativo para los criptoactivos sería positivo en los ámbitos económicos, sociales, ambientales, así como en los derechos fundamentales y en la simplificación de las cargas administrativas”, añaden desde finReg.