La CNMV prepara ya la transición hacia el nuevo escenario que traerá la puesta en marcha de la normativa comunitaria, MiFID II, cuya entrada en vigor está prevista para enero de 2017. En la jornada sobre asesoramiento que celebró EFPA en Sevilla, Sonia Martínez, técnico del Departamento de Autorización y Registro de Entidades de la Comisiónde la CNMV, destacó que la nueva regulación “consolidará y reforzará el papel de los asesores financieros”. Martínez señaló que “la filosofía de MiFID II aboga por la ampliación de la actividad de asesoramiento y el fomento de la educación del inversor y definirá el seguimiento que se realiza de las recomendaciones realizadas por los profesionales”.
Se requerirá demostrar la cualificación profesional, tanto para aquellos profesionales que den información sobre productos de inversión, como para los que ofrezcan asesoramiento, si bien para estos últimos la exigencia será superior para cumplir las obligaciones derivadas de las directrices sobre requisitos de idoneidad, la adecuación de un producto al cliente y los fundamentos de la teoría de gestión de carteras.
La responsable de la CNMV señaló que “siun profesional no ha adquirido suficiente conocimiento y competencia podrá temporalmente prestar servicios relevantes, bajo supervisión de personal que sí lo posea, por un tiempo máximo de cuatro años”.
Responsabilidad de las entidades sobre su personal
Además, Sonia Martínez se refirió en su presentación a esas directrices de ESMA. “Lo que exigen es que las entidades deberán tener responsabilidad sobre los conocimientos y las competencias de su personal, tanto del que asesora como del que solo informa”. Con respecto a esas obligaciones de las entidades con respecto al personal, la responsable de la CNMV destacó que “será necesario un nivel importante de conocimiento y competencia” y también se refirió a la importancia de la formación continua y la actualización de conocimientos.
Importancia de la autorregulación
Germán Guevara, secretario del Comité de Acreditación y Certificación de EFPA Europa, destacó la autorregulación como una de las claves para la mejora en el sector del asesoramiento. “Es algo que lleva realizando EFPA desde hace años”. Además, Guevara comentó que “nos gustaría que los requisitos estén en un nivel elevado y sean similares en los 28 países de la UE”.
Guevara también se refirió a la importancia de la independencia de la evaluación para certificar la formación de los profesionales porque “es lo que genera de verdad un sello de calidad”. Sobre la formación en redes, Guevara comentó que “si tienen empleados haciendo labores de asesoramiento, la normativa sólo viene a exigir que demuestren que saben hacerlo, no se trata de un requisito adicional. Es más, servirá para filtrar aquellos empleados que estaban realizando funciones para las que no estuviesen correctamente preparados”.
Alicia Yagüe, responsable de Servicios Jurídicos de Tressis, que también participó en la jornada de EFPA, señaló que “MiFID II debe ser un reto y oportunidad para el sector, pero nunca una amenaza”. Para la responsable de Tressis, “es conveniente exigir que todos los profesionales tengan el nivel que EFPA exige en sus certificaciones, que es elevado y tienen un componente de prestigio para los profesionales”. Yagüe sí destacó algunos puntos importantes que deberán dominar los asesores: fiscalidad, gestión de las carteras y valoración de la idoneidad de cada producto para cada cliente.