Ante la Directiva de Supervisión prudencial para las entidades de servicios de inversión, y sus posteriores reglamentos de transposición en España, la CNMV ha dado un mensaje muy claro: incluso en ausencia de tranposición de la norma, lo mejor para las entidades es irse preparando. Así lo destacó Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, en una intervención esta mañana en Madrid sobre “Los mercados de valores, palanca para la recuperación», organizada por El Consejo General de Economistas de España.
“Soy optimista y confío en que en la directiva pueda trasponerse a tiempo, eso sería lo ideal. Si no ocurriera, hay dos cuestiones a tener en cuenta: una más estructural, relativa a los nuevos requisitos de recursos propios que establece la directiva, y que afecten a las firmas españolas, con respecto a lo cual nuestra recomendación es que, en ausencia de trasposición, lo mejor es irse preparando para cumplir esos nuevos requisitos mínimos ya conocidos, porque luego serán aplicables automáticamente, y otra más coyuntural, referida al hecho de que algunas firmas pueden tener dificultades para cubrir esos requisitos o requerir mayor planificación”, afirmó.
Buenaventura explicó que desde la CNMV están trabajando con asociaciones de ESIs y entidades que representan sus intereses para poder clarificar este periodo coyuntural o interino con un reglamento en vigor, pero, advirtió, “es posible que, cuando llegue, en España la directiva no esté traspuesta y haya que adoptar pautas sobre cómo navegar la situación con garantías”.
A este respecto, David Gassó, presidente de Economistas Asesores Financieros (en el Consejo General de Economistas), puso datos encima de la mesa: de las 139 EAFs, 28 son personas físicas y otras 40 que no son personas físicas tendrían dificulades para cumplir el nuevo requisito de fondos propios mínimo exigido. De ahí que se plantee una especie de régimen de excepción o reglamento dentro del cual algunas entidades puedan seguir prestando asesoramiento y operando con requisitos similares a los actuales, según contempla el artículo 139 bis de la Ley del Mercado de Valores. Para la CNMV, esta posibilidad está en el tejado de los legisladores y el Ministerio, aunque el organismo sería partidario de ello.
“Somos conscientes de que la directiva establece recursos mínimos para entidades que prestan servicios, como algunas EAFs, sustancialmente superiores en términos relativos a los que se exigen ahora y ese incremento puede suponer problemas para algunas de ellas”, dijo Buenaventura. Dicho esto, aseguró, este debate ya se dio cuando se aprobó el nivel 1 de la directiva en 2018-2019.
El presidente destacó dos cuestiones: la transitoria y el régimen definitivo. “En el régimen transitorio, el problema no es tanto la obligatoriedad de los recursos propios -porque la directiva aún no está en vigor, no está transpuesta y hasta entonces no es exigible-, sino que puede plantear problemas con el pasaporte –las entidades que lo tengan, al no cumplir los ratios de la directiva, pueden ver en peligro la validez del pasaporte y la única solución es complementar los recursos propios para no cuestionarlo-“. Con todo, reconoció que las entidades en esta situación, es decir, las que cuentan con pasaporte, son una minoría de esas 139, con lo que la mayor parte de EAFs no tiene ese problema transitorio.
La cuestión más a futuro es el régimen definitivo y, a este respecto, sobre la posibilidad de un régimen excepcional (avalado por el artículo 139 bis de la LME, artículo que permite establecer un régimen nacional sin pasaporte para algunas entidades, pero con menores requisitos), Buenaventura se mostró partidario: “Soy partidario de que ese régimen se considere, con algunas EAFs que no aspiren a tener pasaporte y para las que sea especialmente gravoso llegar a los recursos propios mínimos establecidos por la directiva. Pero eso no compete a la CNMV, sino a la política legislativa que compete al Ministerio”, explicó. “En principio creo que sería buena idea considerar esa posibilidad”, apostilló.
Taxonomía y regulación sostenible
Otro aspecto que se trató en la conferencia fue la regulación relativa a la inversión sostenible. “Estamos en Europa completando el edificio normativo en materia de finanzas sostenibles: la taxonomía se ha aprobado muy recientemente, igual que la directiva de información no financiera” -el reglamento que obliga a ser transparentes a inversiones institucionales como los fondos de inversión, que se ha comenzado a aplicar en marzo-, “pero aún hay incertidumbre sobre las normas de desarrollo reglamentario y el detalle”, explicó Buenaventura.
Uno de los ejemplos de estas dudas que se plantean es el de los fondos: en la medida que el detalle de la norma no llegará al menos hasta finales de este año –pero se cuenta con una norma de nivel 1 ya aplicable-, desde la CNMV han dado pautas para reflejar la vocación de los fondos en sus folletos y, con estas bases, han acordado con el sector “un procedimiento de actualización rápida de folletos, que ha dado como resultado más de 1.400 actualizaciones en unas pocas semanas”. El proceso ya está completado en más de un 85%, explicó el presidente.
De esos 1.400 folletos, en torno a 60 fondos han declarado que promueven la sostenibilidad (artículo 8) “y esperamos en torno a otros 60 que lleguen en los próximos días, y en cuanto a fondos sostenibles (artículo 9) solo hay un caso y esperamos que la cifra pueda llegar aproximadamente a 10”. Según Buenaventura, en torno al 10% del número total de fondos, una minoría, se declarará sostenible, pero esto demuestra que la tendencia ya empieza a materializarse.
Sobre las guías técnicas para traslación de esta normativa y su aplicación en las ESIs, el presidente explicó que no harán una guía técnica como tal. “Iremos dando indicaciones para solventar dudas, de la mano y coordinados con ESMA. Trataremos de acompañar al sector en el proceso para dar orientaciones de cómo abordar esto”, aseguró.