Irlanda, uno de los mayores domicilios de fondos de inversión en Europa, está flexibilizando parte de su normativa ante la situación de falta de financiación en el Viejo Continente. Según informa la agencia Reuters, el país permitirá a los hedge funds con sede allí realizar préstamos a compañías bajo una serie de nuevas normas que prepara su banco central.
El detonante de este cambio de actitud es la situación bancaria en Europa: con los bancos aún reduciendo su actividad de financiación a hogares y compañías debido a la crisis financiera, las firmas que son demasiado pequeñas para emitir deuda están buscando financiación de forma creciente en otras fuentes alternativas, como aseguradoras, firmas de capital riesgo o hedge funds.
Aunque el país tradicionalmente ha prohibido a los hege funds ofrecer préstamos al ver esa actividad como demasiado arrriesgada, la falta de acceso al crédito en Europa ha llevado al banco central a preparar una regulación que permitirá a fondos especializados que autorice extender préstamos de forma internacional.
Para ello, ha puesto en marcha un documento de consulta con la nueva normativa y espera tener todo aprobado para finales de este año. “Desde nuestro punto de vista, este sector debe estar expuesto a una regulación adicional”, comentó Martin Moloney, responsable de política de mercados en el banco central irlandés.
Y es que el banco central trabaja en la nueva regulación que permitirá a los fondos prestar dinero, para prevenir una repetición de la crisis bancaria. Bajo las nuevas normas, un fondo de préstamos no podrá prestar más de una cuarta parte de sus activos a un solo prestamista y la cantidad de deuda que el fondo puede tomar deberá ser cubierta a una ratio de 1 a 1, lo que significa que si un fondo tiene acrtivos de 100 millones de euros, solo puede prestar otros 100 millones.
El paso dado por el banco central del país llega en un momento en el que el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra están tratando de hacer renacer el mercado de la Unión Europea para asset-backed securities como forma de lograr que el crédito fluya hacia los negocios de menor tamaño y cubrir los vacíos dejados por la falta de financiación bancaria.