Muchos expatriados estadounidenses están recibiendo cartas FATCA de bancos extranjeros, pues éstos se están anticipando al reporte FATCA del IRS que exige información financiera de los contribuyentes estadounidense en el extranjero. Una carta FATCA es una carta de una Institución Financiera del Exterior (FFI) solicitando cierta información sobre el estado de la declaración de impuestos de los contribuyentes estadounidenses, señalan desde Foodman CPAs and Advisors.
La carta, probablemente, incluirá el formulario W-9 o W-8 BEN, que el banco querrá rellena, firmada y fechada por el contribuyente relativamente pronto, confirmado que el receptor de la carta es un contribuyente estadounidense y sujeto a FATCA, señalan los expertos de la firma. Además, la recepción de ésta significa que el contribuyente ya ha sido identificado como un contribuyente estadounidense por el FFI y su nombre e información financiera será facilitado al I.R.S. Lo más probable es que, si la cuenta del titular está en ciertos países es porque esta información ya ha sido facilitada al I.R.S., ya que el primer intercambio FATCA se llevó a cabo en septiembre del 2015.
Los bancos revisan anualmente los registros y archivos de sus clientes. Si los registros bancarios contienen alguna indicación de conexión con una persona estadounidense – por ejemplo, tienen un poder notarial (POA), o una autorización de terceros a favor de una persona con una dirección estadounidense, o nació en Estados Unidos (que automáticamente hace a una persona ciudadana estadounidense) – el banco escribe para indagar sobre el estatus fiscal y residencia del contribuyente estadounidense. Los bancos que no revelan los datos de una “persona estadounidense” son sancionados bajo FATCA.
Es muy importante no ignorar una carta FATCA. Esto es lo que hay que hacer, o no hacer, según la firma:
- Si el contribuyente cumple con todos los requisitos legales y recibe una carta FATCA, simplemente le responde al banco proveyendo la información solicitada.
- Si el contribuyente ignora la carta FATCA, la cuenta bancaria podría ser cerrada por el banco extranjero. Además, los detalles del contribuyente se enviarán al I.R.S. de todas maneras y el contribuyente será “red flagged” (codificado con bandera roja) y clasificado como no cooperador. Este enfoque no es recomendable, y sólo producirá resultados muy negativos.
- Si el contribuyente estadounidense no cumple con las declaraciones y reporte de impuestos estadounidenses, lo mejor es ponerse en contacto con un asesor fiscal y aprovechar los programas del I.R.S. que están diseñados para minimizar las potenciales consecuencias negativas para los contribuyentes estadounidenses del extranjero que no están en cumplimiento.
- El contribuyente seguiría necesitando responder al banco e informarle de que está en proceso de presentación. Los bancos suelen proporcionar una extensión de 30 – 45 días.
Es importante para los contribuyentes estadounidenses con cuentas en el extranjeros aprovechen los programas de declaración voluntaria del I.R.S., especialmente si ya han recibido una carta FATCA, apremian los expertos.