La Ley de Lucha contra el Blanqueo de Capitales (AML act) y la Ley de Prevención del Blanqueo de Capitales modificaron y modernizaron sustancialmente la Ley del Secreto Bancario (BSA) de EE.UU. y las leyes y reglamentos relacionados con la lucha contra el blanqueo de capitales. Sin embargo, dado que muchas de las nuevas disposiciones legales requerirán la elaboración de normas, informes, análisis y otras medidas, su pleno impacto está aún por ver y puede que se haga realidad lentamente a lo largo de los próximos años, dice un comunicado de la Financial & International Business Association (FIBA) que presentó una guía para conocer más a fondo la nueva normativa.
«Es un paso importante en la aplicación de este marco normativo mejorado de la BSA/AML. Como se ha señalado anteriormente, con la norma definitiva, Estados Unidos se une a otros 30 países que han implantado algún tipo de registro central de información sobre beneficiarios efectivos. Las entidades que puedan cumplir los requisitos para ser declarantes en virtud de la Regla Final deben preparar a sus interesados», dice el comunicado que facilita la guía elaborada por Greenberg Traurig.
Entre algunos puntos que definirá la nueva normativa, se encuentra que las entidades estadounidenses y a las entidades extranjeras registradas para realizar negocios en EE.UU. comuniquen la información sobre beneficiarios efectivos al FinCEN, a menos que cumplan una excepción enumerada.
Los beneficiarios efectivos incluyen a cada individuo que, directa o indirectamente, ejerza un control sustancial sobre una empresa declarante, o posea o controle al menos el 25% de las participaciones de propiedad de una empresa declarante.
Además, las personas físicas que creen una entidad declarante también están obligadas a comunicar a la FinCEN los datos de identificación personal.
La norma final entrará en vigor el 1 de enero de 2024 y para conocer más a fondo sobre la nueva reglamentación puede acceder al siguiente enlace.