La Federación Europea de Bolsas (FESE, por sus siglas en inglés) ha emitido un comunicado advirtiendo de que, en su opinión, los cambios propuestos en la revisión del MiFIR no alcanzan sus objetivos, en detrimento de los inversores, de la competitividad mundial de la UE y de la capacidad de los mercados de la UE para financiar las transiciones ecológica y digital.
Según explica, existe un consenso generalizado entre los responsables políticos de la UE de que la fragmentación y la opacidad del mercado están perjudicando la eficiencia de los mercados de la UE. Sin embargo, desde FESE indican que, en medio de los intensos debates sobre los compromisos del PFOF y la cinta consolidada en las negociaciones de la revisión del MiFIR, la organización de los mercados de valores de la UE -lo que debería estar en el centro de las reformas previstas- no está recibiendo mucha atención. “Peor aún, algunas de las últimas propuestas en este ámbito corren el riesgo de consolidar la fragmentación y la opacidad, en detrimento de los inversores y de la competitividad de la UE a nivel mundial”, añaden.
Por este motivo, FESE pide a los responsables políticos que no pierdan de vista sus objetivos generales: aumentar la transparencia, la visibilidad y la liquidez, así como la igualdad de condiciones entre los centros de negociación y ejecución.
“El marco de la MiFID II/R se diseñó tras la crisis financiera con el fin de reforzar la transparencia, la formación de precios, la protección de los inversores y su acceso a los mercados de la UE. Aunque se han logrado algunas mejoras, la complejidad y la fragmentación se han intensificado, con más de 250 centros de negociación de acciones actualmente en funcionamiento. Los internalizadores sistemáticos (IS) han prosperado especialmente, representando el 27% de los flujos europeos en junio de 2022, mientras que la actividad primaria iluminada alcanzó un mínimo histórico del 28%, casi la mitad de su pico de 2017, anterior a MiFID II, del 53%”, explican en su comunicado.
Y añaden que los niveles actuales de “negociación oscura” están muy por encima del umbral que recomiendan las investigaciones académicas. “A tales niveles, los mecanismos oscuros son perjudiciales para la calidad de la negociación, dañando el funcionamiento de los mercados financieros de la UE y disminuyendo la profundidad de la liquidez. Si la UE continúa en esta trayectoria, amenaza la viabilidad de sus mercados de capitales para financiar la transición digital y sostenible”.
Según su argumento, la negociación en el IS debe limitarse a lo que fue concebido: la negociación en grandes volúmenes. Ante lo que proponen: “Debería introducirse un único tope de volumen, que sustituya al actual mecanismo de doble tope de volumen, para limitar el volumen total en la UE de toda la negociación transparente no pre-negociada, siendo la AEVM la responsable de fijar el umbral”.
Sin embargo, consideran que la UE parece estar dispuesta a adoptar la agenda desreguladora en equidad de la Revisión de los Mercados Mayoristas del Reino Unido. “Tales cambios serían miopes: el Reino Unido se encuentra en la misma posición que la UE, de importancia global decreciente a medida que nuestra cuota colectiva de capitalización del mercado mundial disminuye. En los mercados mundiales de capitales, la referencia es Estados Unidos y Asia. Para que la UE se posicione a nivel mundial, como un verdadero actor en los mercados de capitales, la Unión de Mercados de Capitales debe proporcionar un mercado transparente, que funcione bien y sea estable, en el que los inversores puedan confiar”, defienden.
En opinión de Petr Koblic, presidente de FESE, “si en Europa queremos hacer realidad nuestras ambiciones, en torno a la sostenibilidad, en torno a la prosperidad compartida, necesitamos capacitar a nuestros mercados de capitales para que cumplan y movilicen a los inversores europeos. Para ello, necesitamos una estructura de mercado limpia y simplificada -sin incentivos ni pagos por el flujo de órdenes- en la que un equilibrio sensato entre la negociación iluminada y la oscura permita el florecimiento de los mercados de renta variable europeos”.
Por su parte, Rainer Riess, director general de la FESE, añade: “Tememos que la dirección actual de las negociaciones del MiFIR pase por alto la cuestión fundamental: la estructura del mercado de la UE. Si los responsables políticos no ajustan su enfoque, ciertos cambios propuestos amenazan con hacer retroceder la perspectiva de una auténtica UMC y de unos mercados de capitales de la UE competitivos. Al tomar su ejemplo del Reino Unido, y no de Estados Unidos, los responsables políticos se arriesgan a reflejar el objetivo equivocado. Para que la autonomía estratégica abierta de la UE tenga éxito, Europa debe tomar las riendas de su propio destino y no emprender una carrera hacia el fondo”.