A la lista de países con los que Estados Unidos ha firmado FATCA (Foreign Account Tax Compliance Act), una legislación destinada al intercambio de información en materia fiscal, se unió el pasado viernes Luxemburgo. El ministro de finanzas del Ducado, Pierre Gramegna, había asegurado en la conferencia de primavera de ALFI, la asociación de fondos de inversión del país, su intención de tener firmado el acuerdo antes de finales de mes, como publicó Funds Society.
Y los plazos se han cumplido: el acuerdo para mejorar la colaboración internacional en materia fiscal y para implementar FATCA entre el Gobierno estadounidense y el del gran Ducado llegó el pasado viernes después de que a finales de febrero los negociadores de ambos países llegaran a un acuerdo sobre los términos del texto, que estará circunscrito bajo el modelo 1. Según ese modelo, serán las entidades financieras del país las que remitan la información a la Administración luxemburguesa, que a su vez reportará esa información a EE.UU. Este modelo es diferente al modelo 2 que contempla FATCA, según el cual son las entidades las que ofrecen directamente información a la autoridad fiscal americana.
El ministro explicó que Luxemburgo está realizando un movimiento “hacia una mayor transparencia”, para lo cual instauró un programa el pasado diciembre sobre transparencia en el intercambio de información a nivel fiscal, que se irá cumpliendo progresivamente y que ahora avanza un paso más con la firma de FATCA.
Ventajas e inconvenientes
Entre las críticas, figura el malestar por una buena parte de la industria financiera, que cree desproporcionadas las exigencias de FATCA y por tener que operar bajo normas diseñadas por Estados Unidos.
Pero entre la buenas noticias, también hay voces que consideran que la normativa será positiva para Luxemburgo, porque evitará la firma de más acuerdos con la autoridad fiscal estadounidense (la IRS), porque el cumplimiento de FATCA se basará en la legislación luxemburguesa, y no en la estadounidense –además de que ambas, en materia de privacidad de datos y secreto bancario, son compatibles-, o porque finalmente el acuerdo se ha firmado bajo el modelo 1, de forma que las entidades no remitirán información directa a EE.UU. Además, el acuerdo considera ciertas especificidades para Luxemburgo y permite al domicilio mitigar un riesgo reputacional que algunas voces consideraban importante.
Hacia la implementación
Como parte de la firma del acuerdo, la Administración fiscal luxemburguesa (Luxembourg Tax Administration) ha formado dos grupos de trabajo que aglutinan a diferentes actores de la industria, tanto del sector público como del privado, para poner en marcha el intercambio de información fiscal que supondrá el acuerdo.
El primer grupo se centra en cuestiones generales relativas a la implementación del acuerdo, mientras el segundo tratará principalmente cuestiones técnicas relativas a la comunicación electrónica de información entre las instituciones financieras que han de ofrecer esa información y la administración fiscal luxemburguesa (en materias como el formato de las comunicaciones, los canales de comunicación, etc).
Además, la asociación de la industria de fondos del país, ALFI, dio la bienvenida a la firma de este acuerdo intergubernamental y ultima un documento con preguntas y respuestas para esclarecer las dudas que puedan surgir en su implementación. “La asociación ha estado trabajando para asegurar que sus miembros están preparados de la mejor forma posible para la implementación de FATCA”, asegura. El grupo de trabajo sobre implementación de la normativa, el que prepara el documento, está formado por representantes de entidades gestoras, compañías de gestión, proveedores de servicios, auditorías, despachos de abogados y la asociación de fondos de pensiones, entre otros.