El Departamento del Tesoro de Estados Unidos tiene intención de emitir en breve una regla, que ha sido largamente retrasada, obligando a los bancos a identificar a las personas que en última instancia se encuentran tras las sociedades instrumentales titulares de cuentas en sus entidades, después de que la filtración de los “papeles de Panamá” provocarán alerta global sobre la ocultación de capital a través de instrumentos bancarios offshore. La fecha prevista no ha sido anunciada, informa Reuters.
A raíza de la publicación de los documentos, supuestamente hackeados de los ordenadores de la firma legal panameña Mossack Fonseca –que declara haber actuado correctamente en todo momento-, gobiernos de todo el mundo están investigando posibles infracciones financieras.
Los documentos «dan fuerza a aquellos que llevan años diciendo que era necesario que las instituciones financieras de Estados Unidos y cualquier otro lugar actuasen con respecto a los riesgos de blanqueo de capitales, financiación del terrorismo y otros delitos, identificando a las personas que controla las entidades legales desde el anonimato”, declaró Chip Poncy, ex empleado del Tesoro a Reuters.
Los documentos filtrados permiten a los bancos echar una ojeada al tipo de información sobre los verdaderos propietarios, o «beneficiarios», que ellos deberían estar obteniendo regularmente para comprender mejor los flujos de capitales transfronterizos que facilitan, dijo Poncy, uno de los autores de la norma del Tesoro, en la que se lleva trabajando desde 2012.
A mediados de 2014, la unidad de prevención de blanqueo de capitales del Tesoro –el FinCEN– emitió una propuesta de norma sobre el beneficiario último. Las diferencias de opinión entre los distintos reguladores financieros implicados en su aprobación y el análisis de costes para la industria han ralentizado el proceso.