El Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó ayer martes que aquellos que ofrecen información confidencial que permite a sus amigos y familiares obtener beneficios no necesitan obtener nada a cambio para estar violando la ley. Así, los jueces ratificaron unánimemente la condena de Bassam Salman, que consiguió más de un millón de dólares gracias a información facilitada por su cuñado, trabajador de Citigroup en Chicago.
Según informa la agencia de noticias Reuters, el juez Samuel Alito, escribiendo para el tribunal, rechazaba la opinión de Salman de que sólo podría ser declarado culpable si su cuñado hubiera recibido algo a cambio de la información, y decía que amigos o familiares podrían ser considerados responsables porque la información confidencial puede ser vista como un “regalo.» «En tales situaciones, el informante se beneficia personalmente porque regalar la información es lo mismo que negociar y posteriormente regalar los beneficios”, escribió Alito.
El fallo fue una gran victoria para los reguladores y fiscales, que durante dos años habían estado lidiando con las ramificaciones de una decisión tomada por un tribunal federal de apelaciones de Nueva York que algunos interpretaban podía estar de acuerdo con la posición de Salman.
El tribunal utilizó una definición muy estricta de lo que constituía un beneficio ilegal para un insider, y solo descartó 14 de los 107 casos de insider trading, provenientes de acusaciones interpuestas por el fiscal de Manhattan Preet Bharara desde 2009. Bharara, que ha perseguido agresivamente el uso de información privilegiada y ha aceptado permanecer en su cargo bajo la presidencia del republicano Donald Trump, calificó el fallo de «una victoria para los mercados justos y aquellos que creen que el sistema no debe ser manipulado».
Bharara agregó que «el tribunal defendió el sentido común y afirmó lo que hemos estado argumentando desde el principio – que la ley prohíbe tajantemente a los insiders beneficiar a sus amigos y familiares a expensas del resto de los inversores».
Mary Jo White, presidente de la Comisión de Valores de Estados Unidos, dijo que el fallo «reafirma nuestra capacidad de perseguir agresivamente el abuso de información privilegiada y traer a los malhechores ante la justicia».