El Parlamento Europeo ha aprobado y publicado en el DOUE el reglamento de taxonomía de inversiones sostenibles, que entrará en vigor el próximo 20 de julio. Con la publicación de esta taxonomía, la UE cierra uno de los aspectos más relevantes para impulsar las finanzas sostenibles: la definición de unos criterios armonizados para calificar una actividad económica como ambientalmente sostenible y la modificación del reglamento de divulgación.
“Se trata de un aspecto fundamental en el desarrollo de las finanzas sostenibles en la Unión Europea (EU), puesto que establece los criterios para considerar una actividad económica como sostenible desde un punto de vista ambiental. De esta forma, se pretende canalizar la inversión hacia actividades descarbonizadas a la vez que se evita el lavado ecológico o greenwashing, explican desde finReg. Ahora, corresponderá a la Comisión Europea y las autoridades europeas de supervisión completar la normativa con actos delegados y normas estándares de regulación.
Finalmente, la taxonomía considera que una actividad es sostenible desde el punto de vista ambiental si cumple algunos de los siguientes objetivos: mitigación del cambio climáticos, adaptación al cambio climático, uso sostenible y protección de los recursos hídricos y marinos, transición hacia una economía circular, prevención y control de la contaminación, o protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas.
“No obstante, será también necesario que una actividad no cause ningún perjuicio significativo en el resto de objetivos definidos y se realice con unas garantías mínimas”, aclaran desde finReg360. Además, la Comisión establecerá criterios técnicos de selección para garantizar que una actividad contribuye a los citados objetivos.
Respecto a la modificación del reglamento de divulgación, finalmente se concreta qué información debe divulgarse respecto a los productos financieros que tienen como objetivo inversiones sostenibles, así como los productos que promueven características medioambientales o sociales.
En este sentido, desde finReg360, señalan dos aspectos relevantes. El primero que se debe indicar la proporción de las inversiones en actividades económicas ambientalmente sostenibles seleccionadas para el producto financiero, incluyendo información pormenorizada sobre la proporción de actividades facilitadoras y de transición. Y, en segundo lugar, se debe incluir una declaración especificando que el principio de no causar un perjuicio significativo únicamente se aplica a las inversiones subyacentes que cumplen los criterios de taxonomía de la UE y no a todas las inversiones del producto.
Por último, y a los efectos de establecer los criterios técnicos de selección de actividades, el reglamento insta a la Comisión a crear una plataforma de finanzas sostenibles, compuesta por expertos que representen al sector público y al privado. Para ello, la Comisión ha publicado la convocatoria de selección de miembros de la plataforma, cuyo plazo para la presentación de candidatos estará abierto hasta el 16 de julio.
Próximos pasos
Aunque la publicación de la taxonomía final ha sido un gran paso, el camino hacia las finanzas sostenibles sigue siendo un camino largo. “La Comisión Europea adoptará actos delegados con criterios técnicos de selección que complementen los principios del reglamento de taxonomía”, apuntan desde finReg360.
En esta línea, las autoridades europeas de supervisión (ESA, por sus siglas en inglés) elaborarán proyectos de normas técnicas de regulación relativas a la mitigación y adaptación al cambio climático en junio de 2021 y sobre los otros cuatro objetivos medioambientales restantes antes de junio de 2022. “Adicionalmente, la Comisión deberá revisar periódicamente estos criterios para incluir actividades facilitadoras y de transición. Y, por último, deberá también establecer una lista marrón de actividades económicas que suponen un impacto negativo importante”, añaden desde finReg360.