Los fondos monetarios europeos no tendrán que tener un amortiguador en forma de capital para cubrirse en momentos difíciles de mercado. Aunque ésa era la idea inicial, los políticos de la Unión Europea han optado por suavizar las normas propuestas para la industria europea de fondos monetarios.
La propuesta inicial consistía en el requerimiento a más de la mitad de los fondos –los de valor liquidativo o NAV constante- de un amortiguador de capital equivalente al 3% de sus activos como salvaguarda en caso de turbulencias de mercado. La industria se había quejado de que dicho requisito habría sido inviable desde el punto de vista económico para los fondos con valor liquidativo constante, poniendo en peligro la industria y el canal de depositaría de capital de muchas tesorerías de empresas.
Según publica Reuters, el Comité de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo ha votado ahora para descartar ese requisito del amortiguador del capital. En lugar de ello, ha adoptado una estrategia similar a las normas introducidas en Estados Unidos, donde los fondos tienen comisiones y “gates” destinadas a dificultar a los inversores retirar el capital en las crisis.
El nuevo plan también crea tres nuevas categorías de fondos monetarios con valor liquidativo constante: una con únicamente deuda pública de la UE, otra destinada a los inversores particulares y una tercera, llamada versión de baja volatilidad, destinada a ser un vehículo de transición, para la eliminación progresiva de los fondos con valor liquidativo constante en un periodo de cinco años y su conversión en fondos con NAV variable. En estos últimos fondos, que suponen la mitad de la industria europea, el valor del fondo se mueve con el mercado.
Además, todos los fondos monetarios, incluyendo los de valor liquidativo variable, deberán cumplir unos requisitos mínimos de liquidez y tendrán limitaciones sobre cantidades máximas que pueden destinar a ciertos activos. Tampoco se permitirá que los fondos monetarios reciban apoyo externo en ningún momento.
En resumen, la nueva normativa está diseñada para asegurar la estabilidad en este tipo de fondos, utilizados por inversores y empresas para depositar su liquidez durante cortos periodos de tiempo. Estos fondos sufrieron grandes reembolsos tras el colapso de Lehman Brothers en 2008.
Tras la votación del Parlamento Europeo, los estados miembros de la UE han de alcanzar un acuerdo entre ellos antes de que ambas partes se sienten para acordar el texto definitivo que se convertirá en ley.
Según publica Reuters, la Asociación Europea de Tesoreros de empresas (EACT) dio la bienvenida a la renuncia del amortiguador de capital pero se mostró preocupada por esa clase de fondos de baja volatilidad destinada a una transición de los fondos hacia el valor liquidativo variable podría disuadir a las gestoras de crear nuevos fondos, limitando la disponibilidad de productos en el mercado.