Como ya se vislumbraba la semana pasada, con el rechazo unánime que recibió por parte de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (ECON), PRIPs ha sufrido un nuevo revés que va confirmando que la normativa podría sufrir un retraso en su aplicación, prevista para 2017. Ahora, ha sido todo el Parlamento Europeo quien ha rechazado el borrador con los estándares técnicos propuestos por la Comisión Europea para la normativa, que regula la comercialización de productos financieros empaquetados y productos basados en seguros.
En concreto, el rechazo se ha producido por 602 votos a 4, con 12 abstenciones, apoyando así la tesis de su Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, que considera el actual borrador legal sobre PRIPs inadecuado.
Efama, la asociación de fondos europea, dio la bienvenida a la decisión del Parlamento Europeo, que pone objeciones a la regulación y llama a un retraso de la aplicación de la normativa.
“Defectuosa y engañosa”
Los miembros del Parlamento consideran la regulación “defectuosa y engañosa”, y que podría hacer a los inversores minoristas perder dinero en lugar de protegerlos. Así, ha devuelto el texto a la Comisión Europea para ser revisado, e introducir cambios. Ahora, la Comisión tendrá que proponer nuevas normas técnicas para que pueda implementarse la legislación, que debería entrar en vigor el 1 de enero de 2017. La norma no necesita de trasposición a la normativa nacional de los distintos países pero los expertos creen que se retrasará.
La semana pasada, los miembros de la Comisión se mostraron críticos con las normas técnicas de regulación, que la Comisión Europea aprobó en julio, alineándose con el rechazo que estas normas habían despertado en el sector financiero, que objeta dos puntos clave del KID: la información sobre los escenarios futuros de rentabilidad y los costes de los PRIPs. Consideraron que las fórmulas que se incluyen en el actual KID para anticipar los rendimientos futuros de las inversiones tienen defectos y puede derivar en información engañosa. También creen que muchas de las definiciones propuestas son vagas y genéricas, con lo que no aportan información clara al consumidor.
Desde Efama, están de acuerdo: “Los gestores han argumentado que los estándares técnicos, tal y como los propuso la Comisión Europea, no lograrán el objetivo de hacer al KID útil para los consumidores. Los confundirá y, en el peor de los casos, engañará”, dice en un comunicado. La asociación se muestra convencida de que las normas deben ser cambiadas para servir los propósitos buscados para los consumidores. “Necesitan solventar algunos flecos –y los claves son permitir ver la rentabilidad pasada para que los inversores puedan ver si el gestor ha logrado sus objetivos en el pasado, y arreglar la metodología de cálculo poco precisa sobre los costes de transacciones-. Los inversores deben tener los datos básicos sobre lo que las inversiones conllevarán en términos de riesgos y costes, algo fundamental para la confianza de los consumidores”, dicen desde la asociación.
“Confiamos en que el rechazo del Parlamento llevará a un cambio en los estándares que ayudarán a informar a los consumidores. El actual borrador no lo hace”, apostilla Efama.