La Cámara de Diputados chilena aprobó el proyecto de modernización tributaria el pasado 22 de agosto pasando la iniciativa al segundo trámite constitucional en el Senado. El gobierno espera que la reforma esté aprobada durante el segundo trimestre de 2019.
Tras una compleja votación, la Comisión de Hacienda consiguió que se aprobara el corazón del proyecto que es la derogación del actual régimen atribuido y la aprobación de la reintegración del sistema tributario chileno. De esta forma, el 100% del impuesto pagado por las empresas podrá ser crédito para los impuestos finales de sus socios o accionistas.
Sin embargo, la repatriación de capitales propuesta en el proyecto de ley, similar a la realizada en el año 2015, ha sido una de las propuestas a las que ha tenido que renunciar durante el proceso de negociación. La repatriación voluntaria rechazada consideraba un impuesto del 10% a los bienes no declarados en el exterior y hubiera tenido una vigencia de un año.
Se esperaba que esta medida generara 1.062 millones de dólares adicionales de recaudación según el informe financiero del proyecto de ley. En la llevada a cabo en 2015, según cifras oficiales del Servicio de Impuestos chileno, la repatriación registró 7.832 declaraciones y se recaudaron 1.502 millones de dólares por este concepto