La UE da nuevos pasos para aplicar su estrategia de financiación del crecimiento sostenible y la transición a una economía neutra desde el punto de vista climático y eficiente en el uso de los recursos. En este marco, los negociadores del Consejo y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo provisional sobre la creación de bonos verdes europeos (EuGB).
Según explica Elisabeth Svantesson, ministra de Finanzas de Suecia, “la nueva norma que estamos estableciendo será útil tanto para los emisores como para los inversores de bonos verdes. Los emisores podrán demostrar que financian proyectos verdes legítimos que se ajustan a la taxonomía de la UE. Y los inversores que compren los bonos podrán evaluar, comparar y confiar más fácilmente en que sus inversiones son sostenibles, reduciendo así los riesgos que plantea el lavado verde”.
Este reglamento establece requisitos uniformes para los emisores de bonos que deseen utilizar la designación de «bono verde europeo» o «EuGB» para sus bonos sostenibles desde el punto de vista medioambiental, que se ajustan a la taxonomía de la UE y se ponen a disposición de los inversores de todo el mundo. También establece un sistema de registro y un marco de supervisión para los revisores externos de los bonos verdes europeos. Además, para evitar el greenwashing en el mercado de bonos verdes en general, el reglamento también establece algunos requisitos de divulgación voluntaria para otros bonos ambientalmente sostenibles y bonos vinculados a la sostenibilidad emitidos en la UE.
“Los bonos ambientalmente sostenibles son uno de los principales instrumentos para financiar inversiones relacionadas con las tecnologías verdes, la eficiencia energética y la eficiencia de los recursos, así como las infraestructuras de transporte sostenible y las infraestructuras de investigación”, apuntan desde la institución europea.
Según el acuerdo provisional, todos los ingresos de los EuGB deberán invertirse en actividades económicas que se ajusten a la taxonomía de la UE, siempre que los sectores afectados ya estén cubiertos por ella. Para los sectores que aún no estén cubiertos por la taxonomía de la UE y para determinadas actividades muy específicas habrá una bolsa de flexibilidad del 15%. “Con ello se pretende garantizar la usabilidad de la norma europea de bonos verdes desde el principio de su existencia. El uso y la necesidad de esta bolsa de flexibilidad se reevaluarán a medida que avance la transición de Europa hacia la neutralidad climática y con el número cada vez mayor de oportunidades de inversión atractivas y verdes que se espera que estén disponibles en los próximos años”, matizan.
En cuanto a la supervisión, las autoridades nacionales competentes del Estado miembro de origen designado supervisarán que los emisores cumplan las obligaciones que les impone la nueva norma. Por último, recuerdan que este acuerdo es provisional, ya que aún debe ser confirmado por el Consejo y el Parlamento Europeo, y adoptado por ambas instituciones antes de ser definitivo. Se estima que empiece a aplicarse 12 meses después de su entrada en vigor.