Tras la publicación de la enmienda de la Comisión Europea al Reglamento de las Autoridades Europeas de Supervisión para otorgar más autoridad de supervisión a ESMA, EBA y EIOPA, en el caso de delegación de actividades a terceros, ALFI expresó su sorpresa y preocupación por el nuevo papel de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM o ESMA, por sus siglas en inglés) en el procedimiento de autorización de los acuerdos de delegación.
Denise Voss, presidente de ALFI, afirmó que «cuestionamos esta capa adicional propuesta en el procedimiento de autorización, que se requiere cuando un fondo quiere delegar parte de sus actividades en otros países. Esto es un incremento en la burocracia, alarga el tiempo de comercialización e incrementa los costos. Sin duda, esto tendrá un efecto negativo en la competitividad de los fondos de la UE en su conjunto y, en última instancia, en el inversor. No vemos ningún valor agregado en esto ya que los reguladores locales, al estar cerca de los administradores de activos y el mercado, se mantienen en la mejor posición para autorizar y supervisar los fondos y sus operaciones».
Y añadió que «la delegación es un modelo comercial comprobado que ofrece a los inversores de fondos, incluidos millones de inversores europeos, acceso a adminsitradores de activos expertos de todo el mundo. Este modelo ha funcionado bien en las últimas tres décadas desde la introducción de los UCITS, y es una práctica consagrada no solo en Europa sino en todo el mundo. Es parte integrante del sistema financiero mundial y es una característica inherente del modelo de fondo europeo que, a su vez, se reconoce como una historia de éxito en todo el mundo».
Los UCITS europeos cuentan con inversores residentes en más de 70 países, dentro y fuera de Europa. «El modelo de delegación ha sido bueno para los inversores europeos, en términos de opciones de inversión, y para Europa, en términos de puestos de trabajo creados en los centros financieros de toda Europa. Es difícil entender el fundamento de las propuestas de la Comisión, que afectan no solo a los administradores de activos y fondos de inversión, sino también a bancos, firmas de inversión y compañías de seguros, especialmente dados los objetivos de la Unión de Mercados de Capital, que ALFI apoya firmemente, que busca facilitar fuentes adicionales de financiamiento para el crecimiento económico y el empleo en Europa», concluye Voss.