La Asociación Europea de Fondos de Inversión y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés) ha publicado su respuesta a la consulta lanzada por ESMA sobre la revisión de la regulación europea de fondos monetarios (MMFR) mostrando una postura muy clara: no ve necesario una reforma fundamental. A cambio, la organización propone cinco modificaciones para este reglamento.
Según ha explicado en un comunicado, los fondos monetarios europeos lograron satisfacer los reembolsos de los inversores a lo largo de todo 2020, a pesar de que la gestión de la liquidez resultó difícil para todos los participantes en el mercado en marzo del año pasado. Además, sostiene que esta clase de fondos han proporcionado una opción de inversión de “alta calidad, bien diversificada y líquida” en un momento en el que los mercados sufrían una tensión considerable, al tiempo que ofrecían tanto a los inversores como a los reguladores una total transparencia en torno a las carteras de los fondos y a sus niveles de liquidez.
“Los gestores de fondos europeos entraron en la pandemia con unos niveles de liquidez muy prudentes, ayudados por las disposiciones de “conozca a su cliente” de la normativa MMFR y la previsión de salidas estacionales al final del trimestre”, afirman desde Efama.
En este sentido, la organización insiste en que cualquier reforma del régimen de los fondos de mercado monetario de la UE debe evaluarse cuidadosamente para preservar el papel de intermediario que desempeñan en los mercados monetarios a corto plazo, ya que “siguen ofreciendo una alternativa fundamental a la financiación bancaria tradicional”.
Lo que sí ven positivo desde Efama es el esfuerzo que está haciendo la ESMA para revisar este reglamento y contribuir a un debate más amplio sobre qué reformas pueden fortalecer esta clase de vehículos, en línea con el trabajo que están haciendo otros organismos internacionales.
“Insistimos en que los esfuerzos de reformar los fondos del mercado monetario en Europa y en todo el mundo sigan basándose en hechos y no pierdan de vista la importancia de una estructura de mercado secundario subyacente que funcione y en la que se negocien los valores a corto plazo. Los esfuerzos deberían, por ejemplo, centrarse más en incentivar las provisiones de liquidez por parte de los distribuidores bancarios durante los períodos de mayor tensión, evitando un enfoque dominante en la parte compradora. De lo contrario, se corre el riesgo de reducir el número de fuentes de financiación alternativas a los bancos, en detrimento de los emisores y los inversores”, apunta Federico Cupelli, asesor principal de política regulatoria de Efama.
En esta línea, Efama ha realizado sus aportaciones al documento de consulta lanzado por ESMA y propone cinco modificaciones para la regulación de los fondos monetarios. En primer lugar, considera que desvincular la posible activación de las comisiones o puertas de liquidez de un posible incumplimiento de los umbrales de liquidez semanales (30%) y diarios (10%) prescritos para los fondos LVNAV y CNAV de deuda pública.
En cuanto a las herramientas de gestión de la liquidez, considera que los gravámenes antidilución en forma de comisiones de liquidez fijas representan la solución más adecuada para que los gestores puedan contrarrestar los aumentos imprevistos de las demandas de reembolso, según la asociación. Además, destaca que la recalibración propuesta de los niveles de liquidez existentes introduciría un inevitable «freno en el rendimiento» en detrimento de los inversores corporativos e institucionales, disminuyendo así el atractivo de los fondos monetarios de deuda no pública en particular. Según destaca, “algunas de las soluciones propuestas correrían incluso el riesgo de difuminar la distinción entre la financiación basada en el mercado y la financiación bancaria a los ojos de los inversores, los supervisores y el público en general”.
A pesar de que los FMM de LVNAV, CNAV de deuda pública y VNAV han demostrado su resistencia en el curso de la corrección del mercado del año pasado, la ESMA introduce la opción de eliminar los fondos de LVNAV y CNAV de deuda pública. En opinión de Efama, esto reduciría las fuentes de financiación del mercado y aumentaría la dependencia de la intermediación bancaria tradicional, contrarrestando así las perspectivas de la UE de una Unión de Mercados de Capitales. Algunos inversores siguen valorando los fondos monetarios de valor liquidativo estable por razones específicas y la ausencia de alternativas viables sería perjudicial, especialmente para los inversores corporativos.
Por último, Efama considera que la prohibición explícita de «apoyo externo» -cuando un banco afiliado interviene para respaldar el valor liquidativo del fondo- debería mantenerse, ya que dicha prohibición marca una importante diferencia positiva con respecto a otras jurisdicciones mundiales (en particular, Estados Unidos).