La Asociación Europea de Fondos de Inversión y Gestión de Activos (Efama) ha reconocido que la Comisión Europea ha dado «un paso importante» con su propuesta sobre las actividades de calificación ambiental, social y de gobernanza (ASG). Primordialmente, ante el objetivo de su propuesta de «proporcionar una comprensión más completa de las metodologías de calificación ASG, las fuentes de datos y los posibles sesgos, lo que en última instancia permitirá a los inversores tomar decisiones informadas».
La propuesta incluye que los honorarios cobrados por los servicios de calificación ESG sean independientes del nivel de calificación, o de cualquier otro resultado relacionado con el trabajo, y desde Efama recuerdan que esto conducirá a un trato no discriminatorio de los compradores de calificaciones. Pero, desde el organismo, proponen que la Comisión «podría ir más allá para aumentar la transparencia para todos los usuarios de calificaciones mediante la introducción de una tabla de tarifas más específica y la ampliación de estos principios de equidad a otras disposiciones contractuales y no sólo a los cobros».
Efama elogia a la Comisión por excluir las calificaciones producidas internamente por los participantes en los mercados financieros regulados para su propio uso, ya que no se proporcionan con fines comerciales, aunque desgrana dos aspectos de la propuesta que anima a reconsiderar:
1.- Dado que los datos ASG y las calificaciones ASG son complementarios, «es crucial abordar ambos aspectos simultáneamente y no sólo los datos incluidos en las calificaciones ASG». En Efama apuntan a que la mejora conjunta de la calidad y la transparencia de los datos y las calificaciones ASG garantizaría que los inversores y los reguladores tuvieran acceso a información fiable, promoviendo una toma de decisiones informada y fomentando la confianza en el ecosistema ASG.
2.- Reforzar la transparencia ajustándose a las recomendaciones de IOSCO: La propuesta podría reforzarse aún más y alinearse con las normas internacionales mejorando la transparencia sobre las fuentes de datos, los KPIs ASG utilizados, las metodologías de medición y el alcance de las actividades empresariales evaluadas, según recoge el organismo en un comunicado.
Chiara Chiodo, asesora de Política Reguladora de EFAMA, declaró que en el mundo de la calificación ESG, «la transparencia es la clave que abre la confianza, la responsabilidad y, como resultado, el crecimiento sostenible» y, aunque felicita a la Comisión por las numerosas mejoras que aportará la propuesta, asegura que «aún hay margen para fomentar aún más claridad y transparencia para los participantes en los mercados financieros, así como para los inversores finales».