A raíz de la crisis financiera, se está produciendo una oleada de iniciativas regulatorias que afectan, de forma directa o indirecta, a la industria de fondos europea. Entre esa avalancha hay un punto de luz, una iniciativa que puede cambiar la realidad de la industria, y para bien, ayudando a financiar el crecimiento en el Viejo Continente. Se trata del desarrollo de un mercado único de capitales. “La nueva agenda de la Comisión Europea supone un respiro con respecto a la perspectiva de regular todo surgida tras la crisis. La unión del mercado de capitales es una oportunidad para reducir la dependencia de la finaciación bancaria”, asegura Alexander Schindler, presidente de Efama, hoy en Madrid.
En su opinión, existen dos perspectivas en materia regulatoria: la de aquellos reguladores, como IOSCO, centrados en evitar el riesgo sistémico, y la de otros que están preocupados por la falta de crecimiento y buscan nuevas formas de movilizar capitales para financiar iniciativas públicas, como las infraestructuras, pues en Europa se necesitan entre 200.000 y 300.000 millones para nuevos proyectos. “Más del 40% de la riqueza de los hogares europeos está en depósitos y hay que transportar este capital hacia inversiones de más largo plazo: es el motivo tras la regulación que pretende crear una unión del mercado de capitales”, asegura.
Ese proyecto se basa en iniciativas clave, como impulsar el desarrollo de un mercado único para los planes de pensiones individuales en Europa o la iniciativa ELTIFs, los fondos de largo plazo europeos que pretenden canalizar las inversores hacia las infraestructuras y otros proyectos de largo plazo y que estarían disponibles para inversores de altos patrimonios y también medianas instituciones. También trata de facilitar la financiación a pequeñas y medianas empresas y una securitización de alta calidad, según el green paper sobre el tema lanzado por la Comisión en febrero de este año.
Desde Efama, consideran que su implantación “llevará tiempo pero será algo muy positivo”, según su director general, Peter De Proft, y apoyan la iniciativa del marco de pensiones europeo, de ELTIF –recientemente se ha revisado Solvencia II para que las aseguradoras tengan más facilidades para invertir en proyectos a largo plazo, por ejemplo- y también la necesidad de asegurar un terreno igualado para todo tipo de productos, reduciendo barreras para la distribución transfronteriza de fondos y reconociendo que no todos los fondos alternativos son hedge funds. Sobre todo piden esto último porque la normativa PRIPs, que tendría que garantizarlo y pedirá un nuevo folleto simplificado a los vehículos de inversión, vuelve a centrarse en los fondos y deja fuera otros instrumentos como los contratos de seguros.
Efama también critica que normas como la FTT, la tasa a las transacciones financieras, causa disrupción para lograr ese mercado único, y puede dañar los retornos para los inversores, y denuncia que los tratados de doble imposición con países de fuera de la UE favorecen que los fondos solo tengan inversores europeos además de discriminar a la UE en términos fiscales. Así las cosas, todavía hay obstáculos para que se logre esa unión del mercado de capitales.
La industria en un escenario de tipos al alza
¿Y cómo evolucionará la industria de fondos en este escenario? Aunque en EE.UU. se afronta un escenario de subida de tipos de interés, algo a lo que los mercados financieros reaccionarán según Schlinder, Europa tendrá un desacoplamiento, pues el BCE aumentará su programa QE y asegurará un entorno de tipos bajos. Esto también apoyará a la industria de fondos, puesto que los inversores no tendrán la tentación de acudir a otro tipo de instrumentos que empiecen a ofrecer más rentabilidad, como los depósitos. Actualmente, su volumen en Europa, contando fondos y mandatos discrecionales, supera los 19 billones de euros.
“En Europa los tipos seguirán muy bajos durante un largo periodo de tiempo y, en este contexto, el mayor riesgo está en las carteras de renta fija, cuyas rentabilidades son muy bajas”, apostilla el presidente.