El mercado de las criptomonedas ha aumentado su protagonismo desde que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Tras haber rozado máximos a finales de 2024, ahora la criptomoneda más popular, el bitcoin, parece estar ajustándose. Según explica Simon Peters, analista de eToro, su precio ha subido gradualmente hasta alcanzar un pico de 102.760 dólares, aunque ahora parece haber subido un pequeño receso ya que, actualmente se sitúa en 93.000 dólares.
Los inversores saben que están ante un activo volátil, pero sin embargo uno de los aspectos que más le preocupa es la fiscalidad, que es muy variada en función de la región en la que pongamos el foco y va desde exenciones totales hasta impuestos progresivos y prohibiciones estrictas. Según los expertos, estas disparidades reflejan tanto estrategias económicas como cuestiones de soberanía. Desde HelloSafe han elaborado un estudio en el que descifran los marcos fiscales vigentes para ilustrar a los inversores y a los responsables de la toma de decisiones sobre las oportunidades y los retos asociados a la fiscalidad de las plusvalías de las criptodivisas a escala mundial.
Según el análisis que hace este estudio, Europa es un claro ejemplo de la diversidad sobre la fiscalidad de las ganancias de capital de las criptodivisas a la que se enfrenta el inversor. Algunos países, como Malta, Chipre e incluso Estonia, destacan por su total ausencia de tributación, lo que puede hacerlos más atractivos para los inversores en criptodivisas. Otros, como Alemania o Dinamarca, aplican tipos elevados que pueden superar el 50% y varios países han adoptado tipos fijos moderados, por ejemplo, Francia al 30%, Bulgaria al 10%. España, por su parte, aplica tipos progresivos en función de las ganancias (desde el 19% hasta el 28%), mientras que en el Reino Unido, por norma general, aplica un tipo progresivo del 10% al 20% en función del importe declarado. A su vez, hace una exención con ingresos inferiores a 12.571 libras esterlinas.
En cambio, en Norteamérica, la fiscalidad de las criptomonedas en Canadá y Estados Unidos refleja enfoques progresivos vinculados a la renta: en Canadá, varía entre el 15% y el 50% en función de la renta imponible y de la provincia, mientras que en Estados Unidos fluctúa entre el 15% y el 20%. Estos sistemas demuestran una voluntad de regular los ingresos manteniendo al mismo tiempo una cierta flexibilidad fiscal.
El estudio subraya que los datos sobre la fiscalidad de las criptodivisas en Asia muestran una variación significativa, reflejando diferentes enfoques de regulación y atractivo fiscal. Países como Brunei, Hong Kong, Malasia y Singapur destacan por la ausencia total de impuestos, lo que fomenta un entorno atractivo para los inversores. Por el contrario, naciones como Japón (15% a 55%), Taiwán (5% a 40%) e India (30%) aplican tipos elevados o progresivos, lo que indica un deseo de regular el sector al tiempo que se generan ingresos fiscales. China prohíbe totalmente el comercio, optando por un control estricto. Por último, países como Indonesia (0,1%) y Vietnam (0-5%) adoptan tipos muy bajos, lo que refleja un enfoque intermedio para estimular este mercado emergente, manteniendo al mismo tiempo un cierto marco reglamentario. Esta diversidad ilustra la ausencia de una política fiscal unificada en la región.
En América Latina, la tributación de las ganancias de capital de las criptodivisas varía considerablemente de un país a otro, reflejando enfoques fiscales dispares, según los datos del estudio. Chile impone una tributación progresiva de hasta el 40% en función de los ingresos, mientras que Perú aplica un tipo de entre el 5% y el 30% en función de la cantidad declarada. Países como México, Costa Rica, Bolivia, Brasil y Argentina adoptan un tipo impositivo estándar del 15% para las personas físicas. Colombia, por su parte, grava en torno al 10%. Sin embargo, algunos países destacan por la ausencia de impuestos: en Panamá no existe ningún tipo de tributación y en El Salvador, donde Bitcoin es moneda de curso legal, la tributación también es cero. “Es importante señalar que muchos países de la región, como Paraguay o Uruguay, no aparecen en estos datos debido a la falta de un marco legislativo o regulatorio claro para las criptomonedas. Esto pone de manifiesto la necesidad de armonización y clarificación de las políticas fiscales en la región”, añaden desde HelloSafe.