Joaquín Cortez, presidente de la CMF, declaró que el sistema financiero chileno debe mejorar en términos de acceso y eficacia si se compara con el resto de los países desarrollados, aunque se sitúe por encima de la media de los países latinoamericanos y que en esa dirección debe ir encaminada la regulación. El presidente del organismo regulador realizó estas declaraciones durante su presentación con motivo del Seminario de Inversiones de la Federación internacional de administradoras de fondos de pensiones (FIAP) “Una Mirada al Futuro” celebrado el pasado 17 de octubre en el Hotel Ritz de Santiago de Chile.
En términos del indicador de desarrollo financiero elaborado por el FMI, y que incorpora aspectos tanto cualitativos como cuantitativos, Chile se si sitúa en el 0,47 por encima de los países de la región que se sitúan en el 0,27, pero por debajo de los países de la OCDE que se sitúan en el 0,63.
Si se analiza el indicador de forma desagregada se observa que en la eficiencia es donde se encuentra la mayor brecha con una diferencia de 35 puntos en el mercados financieros y 26 puntos en instituciones financieras. En cuanto al acceso, la diferencia de la media de los países de la OCDE con respecto a Chile es de 21 puntos para instituciones financieras y 14 para mercados financieros.
En concreto Cortez señaló, entre los aspectos a mejorar, el diferencial de la tasa de interés a las que se financian las pequeñas empresas comparadas con las grandes empresas que es todavía muy elevado y que se sitúa en 5,29 y la mejora de la inclusión financiera donde el indicador para Chile se sitúa en el 62 lejos del 89 de Colombia y Perú.
Por el lado contrario, Cortez destacó la profundidad del sector financiero chileno, con un indicador del 0,69 por encima de la media de los países desarrollados de 0,63 y muy por encima de las instituciones latinoamericanas que se sitúan en el 0,26. Para Cortez, la elevada presencia de los inversores institucionales explica esta mayor profundidad, que además, ha generado una serie de consecuencias positivas como son el interés creciente por parte de las gestoras internacionales de estar presentes en Chile y el desarrollo de una industria local de gestión de activos que nació para dar servicio a los inversores institucionales y que ahora ofrece sus servicios en el resto del mundo.
El regulador añadió que estas consecuencias unidas a una serie de condiciones favorables, como son, la posibilidad de que se puedan ofrecer en Chile valores registrados en otros países con un simple trámite hacen que Chile pueda “convertirse en un exportador de servicios financieros a nivel regional” aunque para ello debe seguir avanzando en promover la integración internacional en el mercado financiero local, afirma Cortez.
En cuanto a los proyectos en los que actualmente está trabajando el regulador chileno, Cortéz mencionó la puesta en funcionamiento de la modernización de la ley general de bancos que dará lugar a un supervisor integrado único, el proyecto de ley de supervisión basada en riesgos de las compañías de seguros y la regulación de los nuevos modelos de negocios en el sector financiero ( Fintech)