Chile está buscando regular aquellas compañías que operan con unos determinados contratos de derivados ‘over-the-counter’ y en el mercado de divisas. Estos contratos son conocidos como contratos por diferencia (CFD por sus siglas en inglés), en la mayor parte de los mercados están fuertemente regulados, pero en Chile la falta de supervisión en este tipo de transacciones ha provocado una proliferación de casos de estafa piramidal, que ha hecho desaparecer millones de dólares a los inversores.
Una comisión del congreso, presidida por el diputado chileno Aldo Cornejo, investiga las estafas piramidales y propone fortalecer las facultades de supervisión de los organismos regulatorios del mercado bursátil y a la banca. Según Cornejo, existe un vacío legal significativo, que evita que el regulador pueda actuar si se detecta este tipo de situación. Los legisladores podrían estar comenzando a sacar conclusiones en las próximas semanas, una vez finalice la investigación, a finales de julio, se coordinarán con el ministro de Finanzas para introducir una propuesta para el Congreso.
Empresas como AC Inversiones, IM Forex, Investing Capital y Rodriguez & Asociados pudieron operar durante años con total impunidad, mientras ofrecían retornos de un 40% al año, sin ningún tipo de supervisión por parte del regulador.
Convencían a sus clientes para operar en el mercado de divisas y con derivados conocidos como contratos por diferencias a través de operadoras no reguladas. Esto les permitió obtener grandes ganancias, incluso con la caída de los tipos de interés y el estancamiento de los mercados de renta variable.
Los contratos por diferencia son instrumentos financieros derivados donde el comprador apuesta sobre el valor futuro de un activo y el comprador acepta pagar la diferencia. Si la diferencia es negativa, el comprador paga al vendedor. Este tipo de instrumentos son ilegales en Estados Unidos y están altamente regulados en la mayoría de los demás países.
En Chile, no hay ningún organismo regulador supervisando este tipo de transacciones y los compradores pueden apalancarse hasta un 99% del valor de la inversión.
En el caso de AC Inversions, más de 5.000 personas se han visto implicadas en la estafa, perdiendo cerca de 50.000 millones de pesos chilenos o 74 millones de dólares, según informa la comisión del congreso. La firma atraía a sus clientes ofreciendo retornos mensuales comprendidos entre el 2,5% y el 7,5% en el mercado de divisas.
En los meses previos al colapso de la firma, la Superintendencia de Valores y Seguros recibió cerca de 15 reclamaciones de los inversores, pero el organismo regulador chileno no tenía capacidad para poder intervenir, ya que la empresa no estaba operando con títulos de cotizados.