Las buenas noticias llegan por fin a Argentina, donde el Congreso aprobó la llamada Ley de Financiamiento Productivo, en realidad una ambiciosa reforma del mercado de capitales que afecta a todos los sectores de las finanzas, y en el caso de los fondos comunes de inversión, representa el mayor cambio desde 1962.
Para los fondos comunes
En la industria de los fondos se habla de una revolución y de una completa refundación de las normas vigentes actualmente. Entre la multitud de cambios que, según fuentes de Funds Society, se incluían en el borrador (y ahora habrá que revisar) se estipula la legalización de los fondos cotizados (ETFs), los fondos libres, los fondos de fondos (que estaban expresamente prohibidos) y los fondos de inversor calificado.
Las gestoras tendrían la posibilidad de diseñar, registrar o replicar un fondo extranjero. Cabe recordar que el flamante Asesor Global de Inversiones (AGI) puede vender y dar consejo sobre qué fondo comprar, pero no fabricarlo.
El odiado artículo 20
Se suprime el artículo 20 de la actual Ley de Mercado de Capitales que, desde 2003, otorgaba a la Comisión Nacional de Valores la facultad de designar veedores con poder de veto en los directorios de las empresas. Esto viene limitando el acceso de las empresas argentinas al mercado de capitales, algo que se quiere reparar con la nueva ley, que introduce controles regulatorios, pero no tan directos.
La nueva ley pretende enviar una señal al frente externo de fortalecimiento del mercado financiero, hoy menos desarrollado que otros países de la región. La capitalización del mercado argentino asciende al 18% del PBI, contra el 46% de Brasil y el 112% de Chile.
Las pequeñas y medianas empresas
Se busca potenciar el financiamiento de las pymes que hoy no tienen acceso al crédito. Se crea la factura electrónica para micropymes, de aceptación obligatoria a los 30 días de emitida, se utilizará como si fuera un cheque que podrán negociarse en los mercados autorizados por la Comisión Nacional de Valores (CNV).
El frente tributario
Los cambios incluyen aplicar el impuesto a las ganancias sobre operaciones con acciones para alinearlo con la reforma tributaria aprobada a fines de 2017.La reforma incorpora la figura del arrepentido, modifica el sistema de multas y crea un programa para detectar carteles económicos o empresarios.
Créditos hipotecarios
Otro eje de la reforma es la posibilidad de securitizar los créditos hipotecarios. Así, los bancos podrán ampliar el fondeo para esos préstamos.