El 73% de los estadounidenses que viven fuera de Estados Unidos se ven tentados a renunciar a su pasaporte estadounidense en respuesta a la entrada de FATCA (Foreign Account Tax Compliance Act), tal y como revela una nueva encuesta realizada por deVere, una empresa independiente y de asesoría financiera.
Los resultados llegan en un momento en que los datos de los registros federales muestran que el número de ciudadanos estadounidenses que renunció a su ciudadanía se incrementó en un 39% en los tres meses previos a septiembre después de que FATCA entrara en vigor.
FATCA es una normativa incluida dentro del capítulo cuarto de la Ley de Impuesto sobre la Renta de Estados Unidos, mediante la cual Washington le solicita a las entidades financieras de todo el mundo identificar y reportar las inversiones que los contribuyentes norteamericanos tienen fuera de su país.
En la encuesta global, el grupo global deVere Group preguntó recientemente a más de 400 de sus clientes expatriados: ¿consideraría usted renunciar voluntariamente a su ciudadanía estadounidense, debido al impacto de FATCA?
En conjunto, el 73% de los encuestados respondieron que lo habían “considerado activamente”, “están pensando en ello”, o “han explorado las opciones de la misma”. El 16% dijo que no consideraría renunciar a su ciudadanía estadounidense y el 11% dijo que no sabía.
Este es un incremento de cinco puntos porcentuales desde noviembre, cuando deVere Group, que cuenta con 80.000 clientes en todo el mundo, principalmente expatriados, llevó a cabo una encuesta similar.
Supuestmente diseñado como una herramienta para contrarrestar la evasión fiscal, FATCA ha dado lugar a requisitos de información adicionales para todos los ciudadanos estadounidenses en el extranjero. Los opositores de FATCA argumentan que va a hacer poco, o nada, para hacer frente al importante asunto que es la evasión fiscal internacional.
Nigel Green, fundador y director ejecutivo de deVere Group, dijo que “es alarmante que casi tres cuartas partes de los estadounidenses en el extranjero digan que van a, o han pensado, renunciar a su ciudadanía estadounidense”.
“La nacionalidad, en especial para un expatriado, es una parte increíblemente importante de la identidad de uno y por lo general se trata de un tema emocional también. Es nuestra experiencia que la mayoría de los estadounidenses están muy entristecidos ante la posibilidad de renunciar a su ciudadanía para evitar las duras consecuencias de una ley tributaria nueva y totalmente errónea”.
«Sin embargo, no debe sorprender mucho que un elevado número están preparados para ello porque los requisitos para cumplir con FATCA son excesivamente onerosos, gravosos y costosos. También muchos bancos no estadounidenses y otras instituciones financieras no trabajarán con los estadounidenses que pueden hacer dolorosamente complicado el hecho de vivir fuera del país», agregó Green.
Con la mayoría de los estadounidenses diciendo que odiarían tener que renunciar a su nacionalidad, Nigel Green les insta a hablar en primera instancia con un asesor financiero.
“Los estadounidenses en el extranjero que están siendo afectados negativamente por FATCA deben explorar con un asesor financiero independiente con experiencia transfronteriza todas las opciones disponibles para mitigar los efectos de una norma absurda antes de renunciar a su ciudadanía”.
“Esto es especialmente importante, ya que hay ciertas regulaciones federales establecidas dirigidas a desalentar a los americanos a renunciar a su ciudanía por razones fiscales”.
Ahora hay muchos vehículos que los expatriados estadounidenses pueden usar para reducir significativamente el impacto de FATCA, incluidos los planes de pensiones complementarios en el extranjero.
Hay aproximadamente 7,6 millones de estadounidenses que viven en el extranjero. Esta última encuesta de deVere se llevó a cabo el pasado mes de septiembre y para ella se encuestaron a 416 ciudadanos estadounidenses.