MiFID II está a la vuelta de la esquina, y las gestoras tienen que tomar decisiones que afectan a su negocio para poder cumplir con la normativa. En concreto, en las últimas semanas algunas de las mayores firmas del mundo están anunciando su decisión de asumir de forma interna el coste del research o análisis: entre ellas, Deutsche Asset Management, BlackRock, Allianz Global Investors, Aberdeen Standard Investment, Vanguard, M&G o AXA Investment Managers, entre otras firmas, han tomado esa decisión.
Según MiFID II, los brokers deben facturar por separado los costes por el análisis que proporcionan (separando costes de ejecución de costes de análisis), de forma que las gestoras tienen que decidir si asumen los costes o si los incluyen en los fondos que gestionan y los trasladan a sus clientes. Porque, a partir de enero, la gestora deberá establecer un presupuesto para el research o justificar el coste del mismo, cargándolo a su cuenta de ganancias y pérdidas o a cada fondo de inversión gestionado. Además, las notas de research de analistas financieros que se distribuían gratuitamente a los gestores de activos también tendrán un coste con la puesta en marcha de MiFID II.
Para evitar un encarecimiento de los costes de gestión de los fondos, muchas gestoras están optando por asumir esos costes de forma interna. Sin embargo, y en un deseo por no aumentar demasiado los gastos de la actividad, todo apunta a que las gestoras podrían acabar reduciendo las contrataciones de ese análisis, y podrían sustituir a esos proveedores externos por profesionales internos, si eso ayuda a reducir los gastos. O, en cualquier caso, buscarán de forma externa únicamente aquellos servicios que realmente les aporten valor añadido, lo que agudiza el reto de supervivencia de los proveedores de análisis o research.
Un reto por delante
Así se revela en una reciente encuesta de Exane BNP Paribas y EY recogida por el diario francés Les Echos y publicada por Auriga, que desvela que el 72% de inversores institucionales y gestores de activos de Europa y EE.UU. prevé reducir el número de sus proveedores de research debido a la normativa MiFID II. Y, de ellos, el 17% lo hará de manera importante.
Por otra parte, un tercio de estos gestores de carteras planea trabajar con más de 10 oficinas de análisis, el 27% escogerá entre 5 y 10 y el 16%, optará por trabajar con menos de 5. El estudio también arrojó que el 47% de los gestores planea reducir sus gastos, un tercio pretende mantenerlos estables y el 20% los aumentará.
Vincent Rouvière, responsable de Acciones de BNP Paribas, afirmaba que “para resistir, las oficinas de research tendrán que tener una oferta de muy alto valor agregado. No tendrán más remedio que ser excelentes”. Así, para adaptarse a las necesidades de los clientes, las oficinas de análisis deben desarrollar ofertas más segmentadas que en el pasado y mejor adaptadas a las necesidades del consumidor.
El estudio también permitió conocer que el 92% de los inversores y gestores están dispuestos a pagar por análisis macroeconómicos; el 60% por investigación de inversiones socialmente responsables (ISR) y el 75% para ponerse en contacto con las empresas. Por otro lado, menos del 50% quiere recibir research cuantitativo.
El precio del research
Según publica Auriga en su blog, citando a Bloomberg, Bank of America cobraría entre 6.000 y 80.000 dólares por un análisis; Barclays, 38.000 dólares; UBS, 40.000 dólares; Bernstein, 150.000 dólares y JP Morgan, 10.000 dólares. Con todo, Matthias Desmarais, director de Investigación de Oddo BHF, afirma que desde octubre de 2016, los precios del research han caído un tercio en promedio.