Comprender la maldición del ganador, o la sensación de pérdida que se produce en el ganador de una subasta por haber pagado de más por el bien subastado, y cómo evitarla es parte de la razón por la que los economistas Robert Wilson y Paul Milgrom ganaron el premio Nobel de Economía de este año, conocido formalmente como “Premio Sveriges Riksbank en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel” y dotado con 10 millones de coronas suecas (aproximadamente un millón de dólares).
Según apunta la publicación Bloomberg, el trabajo de Wilson y Milgrom es inusual, ya que es tanto teórico como muy práctico. Desde 1994 hasta 2014, la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. recaudó más de 120.000 millones para los contribuyentes mediante la venta de frecuencias inalámbricas mediante una subasta que diseñaron los economistas premiados junto con Preston McAfee, entonces en la Universidad de Texas. Los contratos de electricidad y petróleo y gas se venden con la misma idea. En términos más generales, sus ideas han ayudado a los economistas a comprender las subastas para todo, desde publicidad en Internet hasta las letras del Tesoro.
La maldición del ganador ya se conocía antes del trabajo de Wilson y Milgrom, pero construyeron una teoría que explica cómo ocurre, en qué condiciones y cómo hacer que sea menos problemático.
Por ejemplo, en una subasta de ofertas por una casa, Wilson demostró que, si los postores son sensibles al riesgo de la maldición del ganador, reducirán sus ofertas a algo por debajo de lo que creen que realmente vale la casa, por lo que, si ganan, será menos probable que paguen en exceso.
Wilson se centró en el caso en el que los postores solo se preocupan por el «valor común» de la casa; por ejemplo, todos son unos entusiastas que solo piensan en lo que pueden vender y revender. Milgrom analizó un conjunto más amplio de casos en los que los postores se preocupan por el valor común, pero tienen «valores privados» diferentes, es decir, la casa vale más para un postor que para otro, tal vez porque está más cerca de donde trabaja.
Mostró que el vendedor obtendrá un precio más alto si hay más información disponible sobre el valor (como una tasación independiente) y si los postores aprenden más sobre los valores estimados de los demás durante la licitación (por lo que el agente no debe realizar una subasta «ciega»).
Wilson y Milgrom son conocidos internacionalmente por su investigación y enseñanzas en el diseño de los mercados de las subastas, sus precios, sus negociaciones y otros temas relacionados con la organización industrial y la economía de la información. Juntos e individualmente, los dos economistas han jugado un papel importante en el diseño de subastas y estrategias de licitación competitivas para las industrias de comunicaciones, petróleo y energía, y en el diseño de esquemas de precios innovadores. Wilson también ha influido en una generación de economistas más jóvenes, incluido Milgrom.
«Los descubrimientos pioneros de Bob Wilson y Paul Milgrom en la teoría de subastas abrieron nuevas posibilidades en las transacciones del mundo real», dijo el presidente de la Universidad de Stanford, Marc Tessier-Lavigne. “Sus conocimientos sobre licitaciones y precios se han convertido en parte integral de nuestra economía moderna. Su trabajo es un brillante ejemplo de las formas en que tanto el descubrimiento fundamental como su aplicación a soluciones prácticas hacen enormes contribuciones a la sociedad moderna. Todos en Stanford estamos tremendamente orgullosos de sus logros”.
Para obtener más información sobre su trabajo, puede acceder a este enlace.