Ferran Martinez, empresario del sector tecnológico y ex jugador profesional de baloncesto, se incorpora a Gloversia Capital EAF como Partner. Tras su etapa deportiva, ha liderado unidades de negocio destinadas al asesoramiento y gestión de altos patrimonios de deportistas de elite y del mundo del “entertainment” en los grupos financieros UBS, Banco Sabadell, Mirabaud y Andbank.
Cursó estudios de programación e informática, en análisis financiero y en mercados de renta variable (CEF), y posee un E-MBA en La Salle, Universidad Ramón Llull, Barcelona y en Saint Mary´s University, San Francisco, EE.UU. Actualmente se ha especializado en el emprendimiento y la creación de startups tecnológicas, en los campos blockchain, fintech y computación cuántica.
La entidad ha creado una nueva división, Gloversia MST (Media, Sports and Tech), que está dirigida a un segmento tan “especial” como los deportistas, artistas, influencers, gamers, youtubers, streamers, etc., que tienen en común grandes ingresos en periodos muy cortos o irregulares.
Ferrán se suma al equipo donde también están José Luis Cárpatos, que ejerce como director de inversiones, asesor y consejero de las dos sicavs de la casa y el ex futbolista Julio Salinas. “Los deportistas de elite tenemos dos vidas: la de jugador, con un gran reconocimiento social y grandes ingresos en un corto periodo de tiempo, y la que comienza a los 35 años, en la que vuelves al mundo real” explicaba Ferrán Martínez.
Además, añade: «Deportistas, artistas youtubers y gamers son los grandes iconos sociales de nuestros tiempos. Lebron James, Leo Messi, Rafa Nadal, Marc Marquez, Kylie Jenner, Shakira, Taylor Swift, El Rubius o Grefg, entre otros, representan aquello que a muchos les gustaría ser. Son personajes que sobrepasan su valor como deportistas o artistas y entran en el campo de los mitos modernos. Son jóvenes, famosos, ricos, pero, sobre todo, son referentes sociales. Cada vez más, los deportistas y artistas de este nivel ya no sólo se dedican a competir o actuar, sino que se asocian a unos valores afines al de las marcas que los patrocinan, entrando en el mundo de la empresa y la economía con una fuerza tan grande que por sí solos pueden ser capaces de cambiar la tendencia de unas acciones o levantar a compañías que pierden cuota de mercado».
«El entorno del deportista es clave en su éxito profesional y sería muy bueno que, en la medida de lo posible, no dejaran de formarse y estudiar. En mi caso, con 16 años decidí que, aparte de mis representantes, debía tener asesoramiento fiscal y financiero. Creé un pequeño equipo a mi alrededor que cuidara de mis intereses, aunque no dejé de estudiar y de participar en todas las negociaciones con los presidentes de los clubes donde estaba, además de controlar mis inversiones directamente», explica.