Marzo terminó con importantes cambios para la firma Barings. Según registro de la SEC, Ian Fowler ha dejado su cargo en la compañía como co-director global de la división de Financiación Privada de Barings y como presidente de Barings BDC. Por su parte, y según un comunicado de prensa, Bryan High pasará a ocupar el cargo de director global de Finanzas Privadas, y Matthew Freund el de Barings BDC.
Tras conocerse la salida de Fowler de la compañía, Barings nombró con efecto inmediato a Bryan High en sustitución. High se unió a la firma en 2007 y pese a su nuevo cargo, también seguirá desempeñando las funciones de responsable de Soluciones de Capital.
Por su parte, Freund fue nombrado presidente de Barings BDC a partir del 10 de marzo. Freund se unió a Barings en 2015 y también es presidente de Barings Private Credit Corp. y Barings Capital Investment Corp.
Fowler fue codirector del grupo global de Financiación Privada de Barings y miembro de los comités de inversión de financiación privada de Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico, según su biografía en el sitio web de Barings. Por su parte, el documento de la SEC indica que Fowler dimitió para «perseguir otras oportunidades de negocio».
Un difícil marzo
Este anuncio se ha conocido en mitad del huracán que la firma vive después de que una docena de empleados del negocio de crédito privado dejaran la firma y se fueran a Corinthia Global Management, una nueva entidad de crédito privado, respaldada por Nomura Holdings Inc y con Paul Weightman como cabeza visible.
Según explican desde Bloomberg, la sorpresa de este “éxodo”, que se ha llevado por delante una gran parte de la rama de crédito privado de Barings y la posterior reyerta legal, ponen al descubierto la feroz lucha por el talento en este mercado en auge de 1,7 billones de dólares. “El robo de equipos enteros es habitual en el alborotado mundo de Wall Street y el derecho de sociedades, pero es la primera vez que se produce un movimiento tan audaz en este rincón de las finanzas, antaño tan tranquilo”, explican.
Según publica Bloomberg, no se trataría solo de un robo de talento, sino que la propuesta iría más allá y Weightman habría sugerido que “Corinthia asumiría la responsabilidad de todo el negocio global de financiación privada de Barings, contrataría a los empleados que quedaban en el equipo y compraría su cartera», según la presentación legal de la empresa.
Como consecuencia de todo esto, Barings ha presentado una demanda contra Corinthia y dos antiguos ejecutivos. “La fuga de cerebros incluye 11 profesionales en el Reino Unido y Europa y seis en EE.UU. de su equipo global de finanzas privadas, entre ellos los jefes del negocio y otros líderes clave. Otros cinco profesionales de la distribución y los mercados de capitales también se han marchado”, según una carta que Barings ha enviado a los inversores y que recoge Bloomberg.