Ni el coronavirus ni el crecimiento global ni el momento del mercado: lo más destacado de la carta anual de Warren Buffett a los accionistas de Berkshire Hathaway ha sido remarcar que la compañía está lista para que él y su socio dejen la firma. “Berkshire Hathaway está 100% preparada para nuestra partida”. Así de claro ha sido Buffett con sus accionistas.
El famoso inversor estadounidense cumplirá 90 años en agosto y Charles Munger, su socio, acaba de cumplir 96 años, lo cual hace pensar que pronto presentarán su retirada de la firma. Lo que explica que durante los últimos años algunos co-gestores de la firma, como Ajit Jain y Greg Abel, hayan ido ganando cierto protagonismo y mayor visibilidad ante los accionistas. “Tenemos gestores leales y bien preparados para poder liderar Berkshire, y para quienes significa mucho más que tener un trabajo prestigioso o bien pagado”, afirma en su carta.
Buffett señaló que él y su socio llevan tiempo en un estado de “urgencias”, dado su edad, pero quiso tranquilizar a los inversores sobre la continuidad de la compañía y aprovechó para acompañarlo con una anécdota personal. “Hace tres décadas, mi amigo del medio oeste, Joe Rosenfield, entonces de 80 años, recibió una carta irritante de su periódico local. En palabras contundentes, el periódico pedía datos biográficos que planeaba usar en el obituario de Joe. Joe no respondió. Un mes más tarde, recibió una segunda carta del periódico, estaba etiquetada como urgente. Charlie y yo entramos hace tiempo en la zona de urgencia. No es exactamente una gran noticia para nosotros. Pero los accionistas de Berkshire no deben preocuparse: Su compañía está 100% preparada para nuestra partida”, escribe.
Aunque Buffett reconoció que el mercado no había ofrecido grandes oportunidades de inversión este año, de ahí las pocas operaciones relevantes realizadas este año, de nuevo, quiso hacer hincapié y lo preparada que está la firma para su marcha. “Los dos basamos nuestro optimismo en cinco factores. Primero, los activos de Berkshire están desplegados en una extraordinaria variedad de empresas de propiedad total o parcial que, en promedio, obtienen atractivos rendimientos del capital que utilizan. Segundo, el posicionamiento de Berkshire de sus negocios controlados dentro de una sola entidad le confiere algunas ventajas económicas importantes y duraderas. En tercer lugar, el estado financiero de Berkshire se gestionará indefectiblemente de forma que la empresa pueda soportar los impactos externos de naturaleza extrema. Cuarto, contamos con gerentes de alto nivel capacitados y dedicados para quien dirigir Berkshire. Finalmente, los ejecutivos de Berkshire, sus guardianes, están constantemente enfocados tanto en el bienestar de los propietarios como en su cultura empresarial”, explica en su carta.
Tal y sido el grado de sinceridad de Buffett sobre cómo tiene planteada la estabilidad de Berkshire Hathaway tras su retirada que incluso ha dado detalles de cómo se gestionarán sus acciones en la firma tras su muerte. “En total, estimo que llevará de 12 a 15 años para que la totalidad de las acciones de Berkshire que poseo a mi muerte se muevan al mercado”, detalla.
Pese a los detalles sobre las intenciones de Buffett y su socio Munger, la carta no recoge ni una sola referencia sobre quién será el consejero delegado tras su marcha. Por ahora lo único que se sabe es que Buffett habría propuesta a su hijo como presidente, pero sin recibir retribución por ello. «Charlie y yo tenemos razones muy pragmáticas para querer asegurar la prosperidad de Berkshire en los años siguientes a nuestra salida: los Mungers tienen propiedades en Berkshire que eclipsan cualquiera de las otras inversiones de la familia, y el 99% de mi patrimonio neto está en acciones de Berkshire. Nunca he vendido ninguna acción y no tengo planes de hacerlo», afirma.