La noticia llegaba a las páginas del Financial Times en pleno verano: Vanguard no cobrará a sus clientes el coste del análisis. Con esta decisión, la firma se convierte en el primer gran gestor de activos de Estados Unidos en asumir este coste y dejar de cobrar a los inversores el coste que supone la investigación que hacen los analistas.
Esta decisión es la respuesta de Vanguard a las nuevas normas europeas que entrarán en vigor el próximo año y que “transformarán radicalmente la forma en que interactúan los bancos, las corredurías y los gestores de fondos”, apunta la publicación americana.
Según apunta el Financial Times, se calcula que esta decisión pueda costarle a la compañías hasta 100 millones de dólares anuales y “cubrirá el coste del análisis externo con su propia cuenta de pérdidas y ganancias”. En declaraciones de Vanguard a la publicación, la firma señala que “bajo MiFID II, no cobraremos a los inversores por el análisis externo. Los costes asociados serán absorbidos por la empresa, no por los clientes, o los fondos”.
A lo que la gestora se refiere es que con la entrada en vigor de la nueva directiva, “las entidades están obligadas a presentar presupuestos de análisis claros a sus inversores, poniendo fin al sistema opaco por el cual se reciben análisis gratuitos a cambio de realizar operaciones con bancos y brokers”, explica la publicación. Aunque, las gestoras esperan todavía que la Comisión de Mercados de Valores les ofrezca orientación sobre si las leyes locales permiten los pagos directos por análisis.
La iniciativa de Vanguard no es aislada. Otras gestoras de activos europeas, como por ejemplo Jupiter, M&G o Aberdeen, han decidido absorber el coste del análisis argumentando que es más simple y justo para los clientes.