Un grupo de 16 inversores internacionales, convocados por Ofi Invest Asset Management, y que representan más de 780.000 millones de euros en activos gestionados, ha emitido una carta abierta en la que pide a seis empresas europeas de petróleo y gas –Total Energies, Shell, BP, Eni, Repsol y Equinor– que detengan sus planes de expansión de los combustibles fósiles y potencien sus inversiones en energías sostenibles
En reacción a las estrategias climáticas de estas empresas, que consideran deficientes, estos inversores anunciaron que votarían en contra de determinadas resoluciones estratégicas, incluida la reelección este año de los presidentes de los consejos de Total Energies, Shell y BP. Esta iniciativa forma parte de una escalada del compromiso que se viene llevando a cabo desde hace varios años.
En una carta conjunta, los inversores expresaron su preocupación a seis empresas petroleras y gasistas por sus estrategias de expansión en curso. La carta señala que el desarrollo de nuevos proyectos de petróleo y gas por parte de las empresas es incompatible con los objetivos de limitar el calentamiento global a 1,5 °C y lograr la neutralidad de carbono para 2050, según las proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y las investigaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). La carta también señala que las empresas invierten muy poco en energías sostenibles en comparación con las necesidades de la transición energética.
La coalición de inversores considera que, en los últimos años, las seis empresas petroleras y gasísticas han avanzado muy poco en la acción por el clima, y señala que algunas de ellas -Total Energies, BP y Shell– incluso han reducido sus ambiciones climáticas.
En consecuencia, el grupo de inversores pide a las seis empresas que revisen su estrategia climática para alinearla con una trayectoria que limite el calentamiento global a 1,5 ºC. Según la AIE, esto requerirá detener el desarrollo de nuevos proyectos de petróleo y gas e impulsar las inversiones en energías sostenibles, de modo que el 50% del gasto de inversión se dedique a proyectos de energía limpia para 2030.
En su carta, los inversores firmantes se comprometen a votar en contra de determinadas resoluciones estratégicas clave en las juntas generales de 2024 de estas empresas, con el fin de subrayar la responsabilidad de sus respectivos consejos de administración. Votarán en contra de la reelección del presidente del consejo o en contra de la reelección de al menos un miembro del consejo, o en contra de la aprobación de la gestión del consejo, en función de las resoluciones del orden del día de cada una de las empresas en cuestión. Estos votos demuestran la determinación de utilizar nuevas vías en el compromiso contraído con las empresas de petróleo y gas.