La última edición del estudio de opinión “Partícipes: visión sobre los fondos de inversión y sus gestores”, presentada por el Observatorio Inverco y realizada por Front Query, refleja la necesidad de seguir trabajando en la educación financiera y fomentar el conocimiento de la población sobre la gestión y seguridad de los fondos de inversión. Según desprende el informe, un 27% de los encuestados asegura que tras la gestión de su vehículo de inversión hay un equipo de gestores profesionales, mientras que el 35% considera que esa tarea la realiza el responsable de la entidad, un 17% el asesor y un 14% la persona que le vendió el fondo. Para el director de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, son datos que deben mejorar.
Si se analiza el conocimiento que tienen los partícipes de las características de los fondos de inversión, la mitad de los encuestados (53%) es consciente de que el producto está supervisado por un organismo público, mientras que un 45% sabe que, en caso de quiebra, no perdería su inversión. Del análisis por edades se desprende que este es un factor fundamental a la hora de tener conocimiento de estas informaciones. De hecho, un 57% de los inversores pertenecientes a la Silent Generation son conscientes que los fondos están regulados por un organismo público y el 49% sabe que no perdería su inversión en caso de quiebra de la entidad, frente al 37% de los centennials.
Con respecto a las ventajas fiscales, el 59% de los partícipes tiene conocimiento de que podría traspasar el dinero a otro fondo sin tributar y un 62% también sabe que estos productos permiten diferir el pago de impuestos hasta que el partícipe decida reembolsar su inversión. Por perfiles, los inversores dinámicos son los que demuestran mayor conocimiento sobre el funcionamiento y las ventajas de los fondos de inversión. Casi ocho de cada diez partícipes con perfil de riesgo dinámico sabe que podría traspasar el dinero de un fondo a otro sin tributar y que podría diferir el pago de los impuestos, seguido de los moderados (seis de cada diez) y los conservadores (cuatro de cada diez).
Respecto a la inversión ESG, a pesar del auge que ha experimentado este año, los partícipes siguen teniendo un escaso conocimiento, solo el 22% la conoce y el 56% la pone en práctica.
Ángel Martínez-Aldama señala que “los datos indican que el conocimiento del partícipe sobre las ventajas fiscales de los fondos de inversión ha mejorado con los años. De hecho, si preguntamos a los partícipes, seis de cada diez saben que es posible traspasar el dinero de un fondo a otro sin tributar y que es posible retrasar el pago de impuesto hasta que el inversor decida solicitar el reembolso del capital. No obstante, todavía queda mucho trabajo por hacer y desde las entidades deben mantener sus esfuerzos para que el cliente particular pueda comprender cómo funcionan los fondos y las ventajas que les ofrecen a la hora de invertir”.
Por otro lado, el 76% de los partícipes recomendaría a un amigo invertir en un fondo, dos puntos más que en la edición de 2018, principalmente por la rentabilidad, la diversificación y porque es un producto regulado y supervisado. Un dato que el director de Inverco considera muy positivo debido al poder del «boca a boca».
La mirtad de los partícipes comprende la información periódica que recibe de su fondo
El 29% de los partícipes ha leído el folleto de su fondo de inversión en detalle, cifra que se eleva al 41% en el caso de los inversores dinámicos, 32% entre los moderados y 19% entre los conservadores. Asimismo, en relación con la información periódica que recibe de su fondo, tres de cada cuatro encuestados asegura revisarla (74%), pero tan solo el 50% la considera comprensible. Por edades, los centennials son los inversores que más exhaustivamente leen el folleto descriptivo de los fondos antes de contratarlos (44%) y los que más revisan la información que reciben periódicamente de su fondo (82%).
Gonzalo Meseguer, miembro del Observatorio Inverco, explica que “el papel del Documento de Datos Fundamentales sigue siendo fundamental para que todos partícipes puedan tomar decisiones meditadas conociendo las principales características del producto. De hecho, son los inversores más jóvenes los que están más interesados en recibir esos datos periódicamente, los que más los suelen revisar y los que, al mismo tiempo, más asesoramiento solicitan, pues están dando los primeros pasos en el mundo de la inversión. No obstante, aún queda mucho camino que recorrer para que los partícipes tengan en cuenta este tipo de información antes de invertir en fondos”.
Sin embargo, el experto admite que este deseo de información es una señal muy positiva. “El hecho de que se preocupen de sus ahorros con tal intensidad es una sorpresa positiva, cuando quieren invertir y gestionan sus ahorros lo leen en detalle y es bueno ver que de ahí surgirán ahorradores e inversores más preparados, con un sentido más estratégico y de ahorro a largo plazo”, añade.
El cara a cara sigue siendo importante
A pesar de que la tecnología se haya presentado como la gran aliada durante la pandemia, los inversores moderados (50%) y conservadores (51%) optan por la figura del asesor para decidir si invertir en estos productos, mientras que los inversores dinámicos prefieren informarse mediante la documentación propia del fondo (44%). Por edades, en todas las generaciones destaca la figura del asesor personal para informarse sobre los fondos. No obstante, los centennials destacan como los inversores que más recurren a los buscadores (32%) o a sus amigos (26%) para obtener información sobre sus opciones de inversión, mientras que el resto de los partícipes comparte su opinión de recurrir a los documentos propios del fondo o a realizar sus consultas a un agente.
Asimismo, las nuevas generaciones son las que se muestran más interesadas en la información que comunica la gestora a través de estos canales, pues cerca de un tercio de los centennials sigue a alguna entidad en Twitter, Instagram, LinkedIn, YouTube o Facebook.