La gestión de activos no siempre es un negocio core o prioritario para los grandes grupos bancarios. En un entorno de mayor competencia, mayores exigencias regulatorias y márgenes más estrechos para las gestoras de fondos, son muchas las entidades bancarias que se replantean el rumbo de sus negocios de asset management: hacerlos crecer -mediante compras, fusiones y concentraciones- y crear así gigantes que puedan competir en el mercado, o deshacerse del negocio y hacer caja son las opciones en un entorno más polarizado en el que se augura éxito para los gigantes de la gestión, a un lado, y para las entidades independientes y especializadas, a otro. La pasividad en el caso de las gestoras de tamaño modesto, que quedan a medio camino de ambos extremos, no parece una opción.
En este contexto, el grupo suizo UBS estaría sopesando qué hacer con su gestora, UBS AM. Según publica Bloomberg, se barajarían dos opciones: por un lado, el banco suizo estaría planteándose vender su negocio; por otro, podría fusionarlo con alguna otra firma de gestión y ganar así el tamaño deseado.
En este último sentido, Bloomberg apunta que una de las opciones que estaría barajando es comprar DWS, la gestora de Deutsche Bank AG, para fusionarla con la suya. Una idea que tendría sentido dado que ambas firmas de inversión se complementarían, y le permitiría crear una gestora con un tamaño considerable, independiente de su negocio bancario.
En principio, esta segunda opción sería la más probable: según la agencia, UBS estaría buscando la forma de hacer crecer su negocio de gestión de activos para ganar competitividad y presencia en el mercado, y asegurar su supervivencia a largo plazo, ya que ahora mismo es una de las unidades más modestas dentro del grupo bancario, con 781.000 millones de dólares en activos bajo gestión. Según Bloomberg, esta no sería una idea nueva, sino que el banco llevaría al menos un año analizando y estudiando diversas opciones para el negocio de UBS AM.
El actual contexto, caracterizado por una mayor presión en los márgenes y por la competencia feroz de la inversión pasiva, ha puesto en un tesitura complicada el negocio de gestión de activos de los bancos. Para sobrevivir y poder seguir en el mercado, necesitan ganar escala o especializarse.