Todos los perfiles de inversión están obteniendo retornos, a pesar de las crecientes incertidumbres en los mercados, destacando los beneficios de la inversión profesional, según la última edición del Barómetro de Carteras en España de Natixis Investment Managers. De hecho, la incertidumbre y la volatilidad del mercado han llevado a una parte significativa de los inversores a perderse el rebote de los mercados.
Por ejemplo, “en el primer trimestre del año se produjeron salidas en todos los perfiles de riesgo en un momento en el que los mercados se apreciaron fuertemente, con rentabilidades del 14,8% en el MSCI World en euros y rentabilidades del 2,5% en renta fija, según el Barclays Eur Agreggate”, explica Juan José González de Paz, consultor senior en el equipo de Dynamic Solutions de Natixis Investment Managers.
Este estudio, que ofrece una panorámica de las tendencias de inversión de las carteras españolas, ha sido realizado por el equipo Dynamic Solutions de Natixis IM. En esta edición, han analizado 92 carteras españolas clasificadas por riesgo y gestionadas por las 50 mayores empresas españolas de gestión de patrimonios, con datos suministrados por VDOS, agrupando las carteras en perfiles prudente, moderado y agresivo.
Y el hecho es que, según los datos recopilados por la gestora, todos los perfiles de carteras acumulan ganancias en lo que va de año. Las carteras de fondos prudentes se revalorizan de media hasta julio un 4,9%; las carteras agresivas alcanzan una rentabilidad media del 6,5% y sobresalen los perfiles moderados, que alcanzaron hasta julio un retorno medio del 8,1%.
“Esto resalta el valor añadido de la inversión profesional, que ha mantenido el porcentaje en renta variable, frente a los flujos de los inversores, que venden en caídas y no se benefician de los rebotes de mercado. Es un buen ejemplo de que la construcción de carteras debe tener un objetivo de largo plazo y poner el riesgo como piedra angular para no verse traicionados por las emociones”, señala Almudena Mendaza, directora de ventas para Iberia de Natixis IM.
Así, en el primer trimestre los flujos de fondos hacia renta variable solo aumentaron en los perfiles más agresivos, donde crecieron un 3,3%, mientras que retrocedieron un 1,5% en las carteras moderadas y solo crecieron un 0,1% en las prudentes. En contraste, las asignaciones de activos hacia la renta fija aumentaron exponencialmente en el primer trimestre, tanto en las carteras más prudentes (3,2%), como en las moderadas (4,6%), mientras que retrocedieron un 2,3% en las carteras agresivas.
Desde Dynamic Solutions se anticipa que los inversores frenarán el incremento de posiciones en renta variable, a causa de las correcciones experimentadas en la pasada primavera. “La rentabilidad de los fondos perfilados se ha recuperado sustancialmente en comparación con 2018. Sin embargo, debido a las recientes correcciones del primer semestre, probablemente, las inversiones en renta variable no aumenten demasiado en los próximos meses”, explica González de Paz.
Tendencias de las carteras, apuesta por renta variable y renta fija de EE. UU.
Respecto a las tendencias de la inversión en España en la segunda mitad del año, los expertos de Dynamic Solutions esperan que “los inversores continúen invirtiendo en renta variable estadounidense y temáticas relacionadas con la tecnología, dado su momentum”. En el mercado de renta fija, cuyos precios anticipan recesión, González de Paz subraya que la vuelta al terreno negativo de la deuda soberana de máxima calidad, en particular del Bund alemán, “podría acelerar los flujos de inversión hacia crédito de grado de inversión a plazos medios y largos, ya que cuentan con mayor cupón”. Otra de las apuestas de los inversores que ha detectado el analista de Natixis IM es la de “renta fija estadounidense y emergente por la búsqueda de rentabilidad a vencimiento”.
La evolución de los mercados está generando una dispersión de las rentabilidades de las carteras, especialmente en el caso de los porfolios más conservadores, cuyas ganancias oscilan en lo que va de año del 3,7% al 6%. Por eso, Almudena Mendaza valora que “lo más conveniente es no dejarse llevar por el corto plazo y apostar por estrategias de largo plazo que aporten descorrelación y diversificación”. De acuerdo con la encuesta de inversores individuales de Natixis IM, el 85% de los inversores individuales tiene claro que el largo plazo debe predominar sobre el corto plazo. Sin embargo, preguntados por la rentabilidad que esperan este año por encima de la inflación, los inversores españoles esperaban un 11,5%, muy por encima de las principales economías desarrolladas y del promedio global, que es del 10,7%.
Máximos en Europa en el diferencial entre la rentabilidad por dividendo y la renta fija
Y es que la situación es paradójica, a pesar de los máximos históricos de las bolsas estadounidenses, los gestores de activos en dólares son más pesimistas que los que tienen exposición a renta variable tanto española y europea. La razón principal es que en EE.UU. la rentabilidad por dividendo ya no es superior a la gubernamental a diez años, mientras que en Europa el diferencial entre la rentabilidad por dividendo de la bolsa y el Bund alemán a 10 años está en máximos desde 2008.
En todo caso, la dicotomía entre la renta fija y la renta variable se ha agudizado: “Los bonos están poniendo en precio un deterioro significativo del panorama global de crecimiento, mientras que las bolsas apuntan hacia una expansión en marcha. Cabe preguntarse quién de los dos tiene razón”, expone la jefa global de estrategia de mercados de Dynamic Solutions, Esty Dwek.
Mendaza considera que todavía “hay espacio para incluir activos alternativos en las carteras, para reforzar las estrategias de descorrelación y diversificación que complementen las clases tradicionales de activos, especialmente con alternativos líquidos. En definitiva, el asesoramiento profesional, la gestión activa y la diversificación son claves para la construcción de carteras y no perder oportunidades de inversión”.