La inteligencia artificial, el aumento en el número de modelos de negocio online que conectan la oferta y la demanda a través de “plataformas” y la reducción de la ingesta de azúcar se han convertido en tres tendencias de inversión de cara al futuro.
Algunos modelos de negocio en red son ya omnipresentes
Desde Robeco Trends Investing creen que “casi de la noche a la mañana están apareciendo nuevas compañías desarrollando una presencia global”, afirma Steef Bergakker, analista de tendencias de Robeco. “Son omnipresentes, y casi se olvida que en muchos casos estas compañías, incluyendo Facebook (2004), Spotify (2006), Airbnb (2008), Uber (2009), Snapchat (2011) y Alibaba (1999), fueron fundadas no hace más de una década”.
Además de ser relativamente nuevas, estas empresas presentan algo más en común. “Operan modelos de negocio en red (plataformas) en donde los productores y los consumidores de valor participan en un intercambio directo”, explica analiza Bergakker. Según el analista, las empresas con plataformas en red revitalizaron un viejo modelo de negocio, a menudo olvidado: el emparejamiento. Es el tradicional modelo comercial de la cadena de valor, las entradas estandarizadas se transforman en salidas (productos) estandarizados, a través de un proceso de producción estandarizado. Se trata de la calidad del producto.
Pero estas empresas con plataformas en red no poseen instalaciones de producción. Facilitan y orquestan, sin embargo, el intercambio directo de artículos de valor (bienes de consumo y contenidos como música, vídeo o imágenes y servicios de taxi y alojamiento) entre productores y consumidores. En este modelo de negocio de emparejamiento, es la calidad de la interacción lo que prevalece.
Por otra parte, también hay características que protegen contra la entrada disruptiva de las plataformas en red, por ejemplo, el intenso control regulatorio, los altos costes asociados a un posible fracaso, y la utilización intensiva de recursos. Bergakker afirma que “la regulación está cambiando mucho más lentamente que la tecnología, lo que ayuda a los operadores tradicionales en contra de los nuevos incumbentes. Las industrias médicas, y ciertos segmentos de la industria financiera, son buenos ejemplos de ello”.
Inteligencia Artificial: ¿salvadora de la invención final de la humanidad?
“Olvídese del robot que se asemeja a un ser humano, que nos supera con mucho en cada tarea, y a veces incluso oprime a la humanidad. Estoy de acuerdo en que esta visión de la inteligencia artificial (IA) atrae nuestra imaginación, y así es como Hollywood la visualiza” afirma Jeroen van Oerle, investigador de tendencias de Robeco.
Van Oerle se refiere a tres formas de IA existentes: la inteligencia “débil o estrecha”, la inteligencia general, y la súper artificial”. La inteligencia débil o estrecha se utiliza para optimizar una determinada tarea o se especializa en un área específica. Un ejemplo es jugar al ajedrez, u organizar los tiempos en las plataformas de medios sociales de acuerdo a nuestros intereses.
La inteligencia general es capaz de hacer todo lo que un humano puede hacer, y la súper inteligencia supera a la inteligencia general en que es superior al punto de referencia más inteligente. La inteligencia general es percibida a menudo cómo el santo grail, y la súper inteligencia cómo el futuro temido y desconocido. El robot de Hollywood es un claro ejemplo de la súper inteligencia. “Como inversores, vemos que la inteligencia artificial débil o estrecha presenta las mejores oportunidades”, añade este investigador de tendencias.
El azúcar es el nuevo tabaco
“El azúcar es el tabaco del siglo XXI”, afirma Henk Grootveld, jefe de tendencias de inversión de Robeco y gestor de cartera. “La situación de la industria de alimentos y bebidas azucaradas es comparable a la industria tabacalera en el año 2000, a medida que los consumidores se vuelven más y más conscientes de los efectos del exceso de azúcar para su salud”.
“Existe un vínculo entre la ingesta excesiva de azúcar, el riesgo de obesidad y por lo tanto el riesgo de diabetes”, continúa Grootveld. “El aumento del consumo de azúcar, junto con otros hábitos alimenticios y de estilo de vida han derivado en una epidemia de obesidad que está aumentando la prevalencia de diabetes, ataques cardíacos y aterosclerosis. Prevemos que se tome una postura crítica contra el azúcar, similar a la que ya existe contra el tabaco”.
Los consumidores son cada vez más conscientes de los peligros del consumo excesivo de azúcar, y están tratando de evitarlo. “Es por ello que no invertimos en empresas de alimentos que utilizan mucho azúcar en sus productos”, explica Grootveld. Otra posibilidad de inversión, según Grootveld, son fusiones y adquisiciones motivadas por el objetivo de producir alimentos más saludables. Algunas empresas procesadoras de alimentos son conscientes de la tendencia hacia la reducción del consumo de azúcar, y han estado comprando empresas que ofrecen alternativas saludables.