Desde Tikehau Capital esperan que la volatilidad continúe en 2023, acompañada por una ralentización económica cuyo alcance aún es difícil de prever. Jean-Marc Delfieux, director del equipo de Renta Fija y gestor del fondo Tikehau Short Duration, observa pese a todo oportunidades en el mercado de IG corporativo, subordinadas financieras frente al HY corporativo y en duración de tipos frente a duración de crédito.
Nos acercamos al cierre de 2022, ¿cuál es vuestro balance del año y vuestras expectativas para la renta fija en 2023? ¿Cuál es vuestra visión respecto a la acción de los bancos centrales y la evolución de la inflación?
Tras una corrección significativa de los precios en 2022 y uno de los peores años en décadas, la renta fija ha recuperado cierto valor. Por representarlo con un ejemplo, la yield media de las compañías del universo investment grade (IG) comenzó el año en los niveles más bajos que se recuerdan y, nueves meses más tarde, alcanzó su nivel más elevado desde 20111.
En un contexto de crecimiento económico visiblemente ralentizado y en el que la inflación parece estar alcanzando sus máximos, por lo menos en lo que respecta a los índices principales, el mercado ha vuelto a fijar su atención sobre la duración de tipos durante estas últimas semanas, una tendencia que debería continuar a lo largo de 2023.
No obstante, esperamos cierta volatilidad en el mercado de crédito, teniendo en cuenta que, tal y como hemos visto estos días atrás, la inflación subyacente será más difícil de controlar y los bancos centrales seguirán manteniendo una política monetaria restrictiva más tiempo de lo que los mercados preveían. A medida que 2023 vaya transcurriendo, tendremos una mayor visibilidad sobre la inflación y el crecimiento y, por tanto, sobre la volatilidad de los tipos.
Finalmente, como pensamos que habrá una importante ralentización del crecimiento durante 2023 y una posible recesión a la vuelta de la esquina, seguimos siendo muy cautos en cuanto al riesgo de crédito, la duración y la calidad de los emisores.
¿Cuál es vuestro posicionamiento actual y cómo habéis tratado de encontrar valor y manejar un entorno tan complejo como el que hemos vivido?
Comenzando por nuestra exposición sectorial, seguimos pensando que la industria bancaria, aunque no esté eximida del ciclo económico, se encuentra muy bien capitalizada y cuenta con unos fundamentales sólidos para atravesar un periodo de recesión. Nos fijamos especialmente en el mercado de deuda subordinada bancaria, que ha sido uno de los segmentos con un peor comportamiento durante 2022, y que, en nuestra opinión, cuenta con un valor relativo positivo en comparación con el crédito corporativo y unos niveles elevados de yield en términos absolutos comparando con años anteriores.
Respecto a los bonos corporativos, sobreponderamos emisores resilientes, capaces de proteger sus márgenes y su capacidad de flujos de caja, frente a otros más apalancados, sensibles al ciclo y con flujos de caja con mayores restricciones. Evitamos emisores con estructuras de capital que necesiten una refinanciación inmediata a unos tipos más altos, o más sensibles al gasto discrecional de los consumidores y empresas. En cambio, vigilamos otras oportunidades, por ejemplo en el sector industrial, que ha sido testigo de un importante incremento de costes al tiempo que veía limitada su capacidad de traspasar estas subidas de costes a sus propios clientes. Mientras los precios de la energía continúen dando cierto respiro, esto debería favorecer sus márgenes para los siguientes trimestres.
Respecto al riesgo de crédito, actualmente preferimos bonos IG, puesto que la ampliación de los diferenciales en 2022 ha sido más relevante en términos relativos comparado con el high yield (HY), alcanzando sus máximos de los últimos 10 años durante el año. No obstante, pese a que estamos siendo muy selectivos en la elección en línea con nuestro profundo análisis crediticio de cada emisor, pensamos que podemos encontrar emisores HY con retornos y fundamentales atractivos.
Finalmente, encontramos oportunidades en casi todas las clases de activo en vencimientos cortos a través de los que beneficiarnos de curvas de crédito planas, o incluso invertidas si miramos los tipos libres de riesgo en EE.UU. o algunos países europeos.
Como conclusión nos gustaría destacar un posicionamiento cauto de cara a 2023, donde somos positivos en IG corporativo, en subordinadas financieras frente al HY corporativo y en duración de tipos frente a duración de crédito. En términos de estructura, pensamos que los fondos de crédito a vencimiento y a corto plazo tienen una ventaja relativa. 2023 trae de vuelta el interés por la renta fija, pero este cambio de paradigma no estará exento de volatilidad.
¿Nos podrías ofrecer algunas notas de actualización de vuestro flagship Tikehau Short Duration? Entrando en 2023, ¿qué ha cambiado en vuestro posicionamiento respecto al año pasado?
Durante el año, la duración de tipos de Tikehau Short Duration, limitada a un año por folleto, descendió a sus niveles más bajos en octubre (0,55 años), antes de comenzar a repuntar hasta los 0,8 años2 actuales. Ante la incertidumbre respecto a las decisiones de los bancos centrales, a lo largo del año solo hemos invertido en bonos con duraciones cortas y con vencimientos esperados en el último trimestre de 2022-primero de 2023. Sin embargo, actualmente estamos reinvirtiendo la liquidez generada mes a mes en emisiones IG con vencimientos más largos hasta 2025. Dentro del segmento IG preferimos el crédito bancario, teniendo en cuenta que los diferenciales son más atractivos, pero también estamos siendo activos en crédito corporativo.
Por tanto, el fondo mantiene una posición predominante en IG, aunque también está expuesto a HY, hasta un 35% de sus activos, y en subordinadas financieras. Para ambas seguimos siendo cautos habiendo reducido nuestra exposición del 35% y 30% al 28% y 21%, respectivamente2, fruto del vencimiento de los bonos en cartera.
Respecto a estas dos últimas posiciones de cara a 2023, por un lado hemos aumentado ligeramente nuestra exposición a HY (hasta el 30%2) a través de compañías con poca dependencia de la evolución del mercado de cara a su refinanciación. Por su parte, creemos que la visibilidad respecto a la próxima fecha de llamada de determinados emisores bancarios parece esclarecerse y, por tanto, nos centramos en aquellos bonos cuyo riesgo de extensión es bajo. Con el rally de estas últimas semanas la exposición del fondo a subordinadas financieras es del 22% y esperamos que, con la reapertura del mercado primario, que suele ejercer presión sobre los bonos con vencimientos más cortos, sigamos encontrando oportunidades.
La yield actual de Tikehau Short Duration se encuentra en 5,4%2 para una duración de tipos y de crédito de 0,8 y un 1,0 año 2, respectivamente. Este resultado es consecuencia de la composición de la cartera y no de coberturas (el fondo no está expuesto actualmente a derivados, salvo con fines de cobertura de divisas).
Notas
1.Fuente: Bloomberg, ICE (índice IG)
2. Fuente: Tikehau IM, datos a fecha de 13/12/2022
Tikehau Short Duration es un subfondo de Tikehau Fund y está gestionado por Tikehau Investment Management. Toda inversión en un fondo presenta riesgos y es posible que no se alcance el objetivo financiero. Los principales riesgos del fondo son el riesgo de pérdida de capital, el riesgo de crédito, el riesgo de liquidez y el riesgo de contraparte. La materialización de uno de estos riesgos podría provocar una caída del valor liquidativo del fondo. Para una descripción completa y detallada de los riesgos, consulte el folleto del fondo disponible en el sitio web de la sociedad gestora. Rentabilidades pasadas no predicen rentabilidades futuras. Esta es una comunicación de marketing, consulte el folleto y la KIID del fondo y, si es necesario, póngase en contacto con su asesor financiero habitual antes de tomar cualquier decisión de inversión definitiva. Las referencias y evoluciones relativas a posibles instrumentos financieros, emisores, sectores, estrategias en este contexto no deben entenderse como prospectivas. Estas opiniones se basan en la experiencia del gestor de cartera aplicada en la gestión de fondos que pueden estar expuestos a los sectores, estrategias, instrumentos mencionados en este documento y las decisiones futuras no están limitadas por las declaraciones y análisis comunicados e incluso pueden ir en la dirección opuesta.