Desde Tikehau Capital consideran que la reducción de los apoyos monetarios adicionales que han estado proporcionando los bancos centrales hasta ahora, así como la presión de la inflación, están creando un escenario menos favorable para los activos de riesgo de cara a 2022. Un entorno en el que los fondos de duración corta, junto con los fondos flexibles, representan una opción apropiada para capear un mercado de crédito con mayor volatilidad y dispersión, además de una alternativa interesante para la liquidez.
Jean-Marc Delfieux y Benoit Martin, gestores del fondo Tikehau Short Duration (TSD), explican en una entrevista su visión para el año que comienza y cuáles han sido los motivos del buen desempeño del fondo en 2021.
Una vez concluido 2021, ¿cuáles han sido las claves del rendimiento de Tikehau Short Duration?
Los principales drivers del rendimiento de Tikehau Short Duration durante el año pasado han sido su exposición a los mercados de high yield por un lado y a subordinadas financieras por otro.
La exposición a high yield, limitada al 35% de los activos del fondo, se vio beneficiada por los movimientos alcistas de la curva en 2021, particularmente en el extremo corto. En concreto, los diferenciales del índice europeo high yield se estrecharon 24 puntos básicos durante el año, mientras que para los vencimientos de 1 a 3 años la contracción fue de 93 puntos básicos1.
En cuanto a las subordinadas financieras, actualmente un 30% de nuestra cartera, en particular aquellos bonos para los que se esperaba una fecha de llamada entre 2021 y 2022, se beneficiaron del gran interés percibido de inversores teniendo en cuenta su valoración en términos relativos comparado con los bonos no financieros y la elevada probabilidad de repago a la primera fecha de llamada (call) en la mayoría de los casos.
De hecho, la mayoría de estos bonos fueron emitidos entre 2016 y 2017, cuando los diferenciales para el mercado eran mucho más amplios que a día de hoy y, por tanto, los cupones de estas emisiones eran significativamente más elevados que los que encuentran bancos y aseguradoras en el actual escenario.
En un escenario de retiradas de estímulo y subidas de tipos, ¿qué creéis que puede aportar a las carteras un fondo de duración corta?
En nuestra opinión, la reducción del apoyo monetario adicional proporcionado por parte de los bancos centrales está creando un escenario menos favorable para los activos de riesgo de cara a 2022. Además, si la inflación continúa presionando al alza, deberemos seguir de cerca el comportamiento de los precios en renta fija y su sensibilidad a posibles subidas de tipos. En 2022, esperamos un endurecimiento de las condiciones financieras y menos apoyo fiscal por parte de los gobiernos, lo que podría suponer un incremento de las primas de riesgo.
TSD está diseñado para tener poca sensibilidad en caso de subidas de los tipos «libres de riesgo» como muestra la construcción de su actual cartera, con una duración de crédito más contenida que en 2021. Para nosotros, los fondos de duración corta, junto con los fondos flexibles, representan una opción apropiada para capear un mercado de crédito con mayor volatilidad y dispersión, además de una alternativa interesante para la liquidez, que continúa otorgando una rentabilidad negativa y unas perspectivas poco esperanzadoras al menos hasta 2023.
¿Creéis que el uso de derivados para mitigar el incremento de la duración puede ser una buena alternativa en el actual entorno? ¿Cómo estáis haciendo para contener los repuntes de volatilidad y los potenciales drawdowns?
De cara a conseguir los objetivos del fondo o para cubrir determinadas posiciones podemos utilizar instrumentos derivados. No obstante, la realidad es que actualmente no tenemos derivados de tipos de interés para reducir la duración debido a que estamos posicionados en bonos con vencimientos cortos, para los que esperamos movimientos contenidos en 2022.
En ese sentido, mantenemos confianza en nuestra selección de emisiones investment grade con dos años de vencimiento, mientras que concentramos nuestra exposición a high yield en emisiones con vencimientos incluso más cortos, que esperamos canjeen durante 2022.
Por tanto, la actual cartera no necesita del uso de derivados para mantener las duraciones de tipos y crédito en niveles bajos. Además, nuestro proceso de inversión se beneficia de forma natural y escalonada de los vencimientos que recibimos mensualmente, lo que a la larga reduce la volatilidad y el riesgo de drawdown. Un buen ejemplo de esta tesis fue el mes de marzo de 2020, en el que pudimos tomar ventaja de puntos de entrada atractivos reinvirtiendo la liquidez generada por el repago de nuestras posiciones existentes.
Para concluir, ¿por qué seguís incluyendo subordinadas financieras en cartera?
En cuanto a las subordinadas financieras, nuestra visión en la clase de activo ha sido constructiva durante los últimos años. En primer lugar, los fundamentales del sector bancario, tanto en términos de solvencia y liquidez como de calidad de los activos, están en niveles de récord. En segundo lugar, como hemos comentado anteriormente, a día de hoy contamos con suficiente visibilidad de cara a que las compañías aseguradoras y los bancos canjeen sus emisiones de forma anticipada. Por otro lado, el sector bancario debería verse favorecido de un entorno de subidas de tipos y steepening en las curvas de crédito, que debería contribuir positivamente a sus cuentas de resultados. Finalmente, en nuestra opinión, las subordinadas financieras y especialmente las emisiones AT1 (Additional Tier 1) cuentan con potencial de revalorización gracias unos diferenciales cercanos a los 150pbs si lo comparamos con sus homónimos corporativos (universo BB)2.
ADVERTENCIA:
Este artículo está preparado por motivos de comercialización y discusión de ideas de inversión y no cumple con los requerimientos estatutarios de imparcialidad en el análisis financiero. El artículo ha sido confeccionado por TIKEHAU INVESTMENT MANAGEMENT SAS, autorizado por el Autorité des Marchés Financiers («AMF») como gestora de fondos de inversión bajo el número GP-07000006 y/o sus afiliados (“Tikehau Capital”). La información referida a rendimientos no es indicativa de resultados futuros y no existe ninguna garantía de que los objetivos del fondo se cumplan. Invertir en un fondo es especulativo e implica la asunción de riesgos de pérdida de capital.
Notas
1. Fuente: ICE, Bloomberg a 31/12/2021
2. Fuente: Tikehau, Bloomberg, ICE a 31/12/2021